Pues resulta que se le complicó el panorama al ex director Jurídico de San Pedro, Benito Juárez, quien desde enero está vinculado a proceso por su presunta participación en el caso del desarrollo Torres Ysabella.
La Fiscalía Anticorrupción le atribuye a Benito los delitos de ejercicio ilícito del servicio público y daño en propiedad ajena, todo por la demolición del puente de acceso a la colonia Fuentes del Valle, acción que ha sido muy polémica desde que se realizó durante la administración del entonces alcalde independiente Miguel Treviño.
El exfuncionario intentó frenar la vinculación con un amparo, pero esta semana el juez le dijo “¡Nel!” y determinó que sí hay elementos suficientes para seguir el proceso en libertad.
Así que ahora viene la etapa de integración de pruebas y en algún punto se fijará la fecha de la audiencia clave donde se sabrá si Benito es culpable o no... y si se trató de un acto individual o si hay más responsables por ahí.
¡Y ojo! Porque ya hay quien se pregunta si en medio de este caso no terminará saliendo el nombre del exalcalde Miguel Treviño. El tiempo —y las pruebas— lo dirán.
+++
Después de años de ver cómo el aire de la ciudad se volvía irrespirable y cómo algunas industrias contaminaban sin consecuencia alguna, ayer se dio un paso enorme (¡y firmado!) por el bien ambiental del Nuevo León.
Zinc Nacional —empresa con base en San Nicolás y señalada por contaminar con plomo— acordó con el Gobierno del Estado trasladar sus procesos más contaminantes fuera del Área Metropolitana de Monterrey. ¡Así como lo lee!
La noticia cayó como una bocanada de aire (literal) para los ciudadanos, pues esta planta ha sido foco de denuncias por su impacto ambiental por contaminación con plomo.
Y no fue un “compromiso de saliva”, eh... la cosa va en serio: el acuerdo lo firmó el representante legal de la empresa, Carlos A. Velázquez Zapata, y estipula que a más tardar el 31 de diciembre de 2026 deberán haber mudado los procesos de mayor impacto operativo, energético y de movilidad a una nueva sede, fuera de la mancha urbana. Eso sí, mantendrán los más de 1,000 empleos en el estado, lo cual también es una buena noticia para la comunidad, pues no se afectan plazas laborales.
Además, la empresa se comprometió a sacar de San Nicolás la recepción y tratamiento de polvos de acería, que al procesarse produce metales contaminantes. También contempla la ampliación de la nave receptora de materias primas y la encapsulación del área de lavado de camiones, lo cual implicará la construcción de más de 1,500 metros cuadrados de nueva infraestructura y la instalación de sistemas adicionales de control de emisiones.
Por si fuera poco, Zinc Nacional también construirá 9,000 metros cuadrados de naves cerradas para cubrir el patio de materiales, pavimentará más de 2,300 metros cuadrados de caminos internos en la planta, incrementará las áreas verdes en San Nicolás y llevará a cabo un plan de reforestación de más de tres hectáreas dentro del terreno con especies nativas de la región. A esto se suma el fortalecimiento del vivero, que actualmente produce más de 3,000 plantas al año y alberga unas 4,000 más… como ve, una larga lista de compromisos.
¿Y cómo se logró esta hazaña ambiental? Pues aquí sí aplicó aquello de que cuando el gobierno quiere, puede. El Estado actuó y clausuró la planta, las dependencias federales también entraron al quite y metieron presión, y los funcionarios estatales —en particular Alfonso Martínez Muñoz, secretario de Medioambiente, y Javier González Alcántara, subsecretario— se encargaron de negociar los compromisos con la empresa y dejarlos firmaditos en papel. Ahí está la receta del éxito: coordinación entre niveles de gobierno, mano firme y visión ambiental. Así sí se puede tener un Nuevo León más verde y limpio. ¡Que así siga la fórmula!
+++
Y siguiendo con las buenas noticias que sí vale la pena cacarear —porque también las hay y merecen foco—, Nuevo León está acaparando reflectores en materia de salud infantil, según se escucha en Palacio de Cantera.
Resulta que, dicen por allá, nuestro estado es el único en todo el país que tiene un programa estatal que garantiza atención gratuita y universal para niñas y niños con cáncer.
Nada de papeleos interminables, ni de andar buscando apoyo en organizaciones o rifas para pagar tratamientos. Aquí, el modelo estatal ya es referencia nacional y, según cifras del mismo gobierno, ha logrado reducir significativamente la mortalidad en estos casos.
Y lo mejor de todo es que este programa tiene rostro. Como el de Alex, un niño de apenas ocho años que pudo vencer al cáncer sin que su madre tuviera que endeudarse ni vender hasta el refrigerador para pagar quimioterapias. Historias como la de Alex hay muchas, con nombre y apellido.
¿Quién está detrás de esto? Pues ni más ni menos que Alma Rosa Marroquín, secretaria de Salud de Nuevo León, que llegó desde el sector privado y ha sabido combinar su formación médica con una sensibilidad social que pocas veces se ve en el servicio público.
En Palacio le reconocen a Alma Rosa que ha logrado que la Secretaría de Salud sea una institución que atiende con humanidad y estrategia. Por eso, la estrellita de esta semana se la lleva ella. ¡Ándale!
+++
Esta semana se termina la calma en el Congreso local y el próximo lunes los diputados vuelven al salón de sesiones y al ajetreo de las comisiones, con una misión que parece épica: abatir el rezago legislativo que ya ronda los ¡2,000 pendientes!
La intención, dicen, es buena… pero el caminito no lo están “pavimentando” mucho que digamos.
Lo irónico —y muy a la mexicana— es que mientras por un lado los diputados se quejan de la carga legislativa, por el otro siguen metiéndole más peso a la mochila.
Y es que algunos legisladores, nos cuentan, no dejan de presentar iniciativas “de paja”, más por estrategia de imagen que por utilidad práctica. O sea, para que nadie les diga que no están chambeando, aunque lo que metan ni al caso. Así se les va haciendo la bola de nieve.
Por ahí ya comenzaron a escucharse voces sensatas en el Congreso que proponen algo lógico: si ya se amplió el periodo de sesiones para trabajar todo mayo, lo más sensato sería que los grupos legislativos se pusieran de acuerdo para no presentar nuevas iniciativas hasta junio y concentrarse en sacar lo que ya está en la congeladora.
Pero claro, eso implicaría que algunos suelten el reflector y dejen de lado el afán de protagonismo… y ahí está el verdadero reto. A ver si ahora sí le meten el acelerador y no se quedan solo en discursos de buenas intenciones… ¿Se podrá?
¡¡Yássas!!