“A pesar de que en la vida nos enfrentamos a personas que boicotean nuestro proceso creativo, los más destructivos somos nosotros”.
Nos resulta más fácil y menos amenazante que alguien nos tenga secuestrados, que asumir el reto que implica vivir una vida abundante, feliz y creativa para nosotros mismos.
Tenemos tanto miedo y pánico de soltarnos, confiar, y vivir relajados que preferimos ser nuestros propios abusadores. Yo puedo ser mi propio abusador y además tomo las decisiones de cómo quiero ser abusado. Uno mismo utiliza a la otra persona para bloquear el propio flujo creativo.
Existen grupos de codependencia o de los doce pasos (AA), en los que se pueden observar claramente varios ejemplos. La próxima vez, que me diga a mí mismo: “Él o ella me está volviendo loco”, es mejor preguntarnos qué proyecto creativo estoy tratando de bloquear inconscientemente al involucrarme con dicha persona.
La manera más efectiva de acceder a la información que el universo tiene reservada para nosotros es a través de dialogar con nuestro corazón.
Dialogando con el corazón
Nuestro corazón es un elefante. Tiene una memoria infinita. Sabe de nosotros mucho antes de que tuviéramos conciencia. Latió antes de que existieran los pensamientos. Sabe de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Lleva impregnados en su tejido, certezas, sensaciones, asombros, añoranzas y sueños. El corazón es un genio. El genio de la sencillez, pues responde a cualquier duda de forma simple, indudable y sin necesidad de argumentar su respuesta, como lo hace la mente.
Nuestro pensamiento nos da la idea equivocada de que estamos separados unos de otros. El corazón sabe que estamos en profunda conexión unos con otros, y con la tierra. Un ejercicio muy efectivo para esto es el siguiente: Escribe algún problema que no sepas cómo resolver hasta ahora.
Pon las manos en el pecho, y hazle a tu corazón las siguientes preguntas, pensando en ese problema:
1.-¿Qué puedo dar y qué puedo compartir?
2.-¿Cuál puede ser mi contribución y qué puedo dar de mí en esta situación?
3.-¿Qué es lo que realmente me importa que se vea afectado con esta situación?
Al realizar este tipo de ejercicios, podemos ir recuperando nuestra integridad y a la vez crear el espacio para desarrollar una salud creativa.
La salud creativa es la lealtad a tu voz interior. Ahora que nos ocuparemos de nuestra creatividad, podremos sentirnos amenazados o inseguros y tal vez nuestros seres cercanos, también.
En el inicio, desbloquearnos nos costará trabajo, nos hará tal vez sentirnos sin estabilidad y hasta un tanto erráticos. Desatorarnos y tirar toda la suciedad que nos mantuvo estancados, es un proceso natural, que sucede de conectarnos con nuestra creatividad.
Entre mayor fuerza interior obtengamos, los ataques que nos hacemos disminuirán su intensidad y nuestra verdadera voz y creatividad innata emergerán.