Realizar cambios en nuestros hábitos alimenticios y consumir algunas plantas, nos pueden ayudar a erradicar estos males
¿Sabía usted que el 70% de la población en nuestro país padece de colitis y gastritis? El consumo de alimentos ultraprocesados, una dieta rica en irritantes, el tabaco, el consumo de alcohol, el estrés y el consumo frecuente de antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno, aspirina, diclofenaco, entre otros, son factores que disparan estas enfermedades.
Sin embargo, haciendo algunos cambios en nuestros hábitos alimenticios y consumiendo las plantas que les menciono a continuación, se pueden controlar y erradicar estos problemas digestivos.
El Cuachalalate (Amphipterygium adstringens) es el mejor remedio para estos males, y además es originario de nuestro país. El Cuachalalate protege, regenera y cicatriza la mucosa gástrica, es contra-irritante y antiinflamatorio.
¡Una maravilla para el tracto digestivo! No sólo contiene compuestos antiulcerosos y antiinflamatorios, también actúa contra el microorganismo Helicobacter pylori, principal causante de la gastritis crónica, la cual si no es tratada en tiempo puede degenerar en una úlcera gástrica o duodenal.
Contiene sustancias con efecto bacteriostático (detiene el crecimiento de la bacteria), y bactericida (la mata).
Otra planta, originaria de América y cuya utilidad curativa ha sido reconocida durante distintas épocas en diversos países, es el Guayabo (Psidium guajava). Las hojas del guayabo reducen de manera efectiva la hiperactividad del intestino grueso, además de poseer una acción antiparasitaria importante.
Muchos de los síntomas de la colitis nerviosa desaparecen al iniciar su consumo. Es una excelente herramienta para tratar el síndrome del colon irritable, ya que reduce síntomas como diarreas o evacuaciones frecuentes, cólicos e inflamación abdominal. Los efectos de las hojas de guayaba son notables desde el primer día de uso.
El Orozuz (Glycyrrhiza glabra), es un excelente antiinflamatorio, cicatrizante y antiácido. El mejor aliado para tratar una úlcera gástrica, reflujo y acidez estomacal. El ácido glicirrícico, sustancia activa del orozuz, posee una actividad antipirética, analgésica y antiinflamatoria superior a la hidrocortisona.
A diferencia de otros antiinflamatorios, no produce lesiones en la mucosa gastroduodenal. Puede sustituir de manera muy efectiva al esomeprazol.
Por último, hay que considerar tomar también el Boldo (Peumus boldus). Esta planta es un excelente digestivo, evita la inflamación y la formación de gases. Su uso eventual sirve para limpiar la vesícula biliar y evita la formación de cálculos biliares.
El aceite esencial del boldo, responsable del aroma característico de esta planta, ha demostrado poseer propiedades antibacterianas frente a bacterias responsables de colitis y gastritis.
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