“Recuerdo de vidas anteriores: El gurú Paramahansa Yogananda creía que todos los seres realizados (entre quienes contaba a Jesucristo o Buda Gautama) podrían recordar sus vidas.
Afirmaba también que él podía recordar a voluntad sus vidas anteriores. En cambio, al ser humano común no le ayudaría recordarlas, debido al peso emocional que le acarrearía. Por lo tanto, el recuerdo de esas vidas está oculto, pero guardado en la ‘memoria del alma’ o en la mente hasta que la persona esté preparada para recordarlas sin daño emocional.
La mayoría de las escuelas budistas enseñan que mediante la meditación se puede llegar a un estado de superconciencia llamado nirvana (samadhienyoga), que es el fin de la existencia condicionada por el karma. Por lo tanto, la práctica budista intenta que las personas alcancen un estado de paz y felicidad absoluta en esta misma vida. Algunas corrientes minoritarias, como la del budismo nichiren, entienden que no es posible escapar al ciclo de la reencarnación.
Historia del concepto karma
En el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.) no se menciona ninguna doctrina de retribución mágica, ni tampoco la reencarnación.
En el Rig-veda se menciona unas 40 veces la palabra ‘kárman’ (cuyo nominativo es ‘kárma’) pero sólo en su acepción como ‘trabajo’ o ‘acción’, frecuentemente utiliza en el contexto de los rituales srauta (los ritos típicos de la cultura védica: sacrificios de fuego en los que se mataban animales y se bebía la droga soma).”