Nuevo León

Urgen a convertir perreras en refugios de mascotas

La irresponsabilidad de los dueños de las mascotas ocasiona en gran parte la sobrepoblación de animales en condición de calle, por lo que tras ser capturados y permanecer confinados en las perreras, los caninos y felinos 'son puestos a dormir”, algunas veces por métodos inhumanos


  • 09
  • Junio
    2017

Ante ello, y como una oportunidad para contribuir a salvar la vida del denominado “mejor amigo del hombre” y evitar casos de maltrato animal, a través de una iniciativa de ley se busca que las perreras municipales dejen de ser antesalas de sacrificios, y se conviertan en refugios para las mascotas menos favorecidas.

Al señalar que se debe tener mayor conciencia como comunidad, Iván Garza excandidato a la alcaldía de Monterrey presentó un documento a la oficialía de partes del Congreso estatal para que las perreras también sean centros de adopción y atención a los animales.

Habló de que es un llamado a los alcaldes para que pongan atención en este tema, por lo que señaló que busca que está iniciativa sea planteada ante el seno de la Asociación Metropolitana de Alcaldes (AMA) para que se tenga un mayor alcance.

Ante este panorama, Garza consideró necesario que se legisle en este tema, ya que también se contribuiría a prevenir problemas de salud pública.

“Solo el 30 por ciento (de los perros y gatos del país) tiene un hogar donde vivir, muchísimos deambulan por las calles y son sometidos a maltrato, a peleas, a descuido por parte de sus dueños”, aseguró Garza.

“La iniciativa va en el sentido de que analicen el tema de poder convertir esas perreras municipales en centros de adopción y en centros de albergue para estos perros y gatos que están en la calle”, agregó.

Garza indicó que por medio de redes sociales decenas de personas le han pedido ayuda para poder apoyar a los animales callejeros que viven en el Estado.

El horizonte publicó que en Nuevo León hay diversos centros de control camino y felino; sin embargo, en estos existen numerosas carencias, así como falta de programas para prevenir la problemática de sobrepoblación que se registra actualmente en Nuevo León.

Estos centros cuentan con un periodo de entre 48 y 72 horas para que los animales no reclamados sean sacrificados.

El método estándar es el uso de barbitúricos, pero este requiere un manejo integral de los residuos biológicos como jeringas para evitar daños a la salud, mismo que suele no darse, según señaló Omar Gámez, miembro del Colegio de Veterinarios en Pequeñas Especies de Nuevo León.







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