Publica Vaticano testamento del pontífice tras su muerte

A las 12:00 del mediodía, hora local de Roma, el Vaticano difundió el testamento del papa Francisco, redactado el 29 de junio de 2022, apenas unas horas después de que su cuerpo fuera trasladado a la capilla de la residencia vaticana Casa Santa Marta y sellado su apartamento papal.

En el documento, el pontífice argentino expresó con claridad su última voluntad: ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor.

Jorge Mario Bergoglio dejó plasmado que deseaba reposar eternamente en uno de los lugares más significativos para él: el santuario mariano romano donde solía detenerse en oración antes y después de cada uno de sus viajes apostólicos. “Deseo que mi último viaje terrenal concluya precisamente en este antiguo santuario mariano”, escribió.

Su elección fue motivada por la profunda devoción que tuvo durante toda su vida a la Virgen María, en quien confió su vida y su ministerio sacerdotal y episcopal.

En su testamento, reiteró este vínculo espiritual: “Siempre he confiado mi vida y mi ministerio a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima”.

Un sepulcro humilde y sin ornamentos

En contraste con la majestuosidad de su cargo, Francisco pidió que su tumba fuera austera y sin ostentación. El lugar exacto será un nicho ubicado entre la Capilla Paulina, que alberga la venerada imagen de la Salus Populi Romani, y la Capilla Sforza.

El sepulcro estará a nivel del suelo, sin decoración y con una sola palabra grabada: Franciscus.

El papa también dispuso que los gastos del entierro sean cubiertos por un benefactor designado previamente, y que el monto sea entregado a la Basílica Papal de Santa María la Mayor, siguiendo instrucciones delegadas al Comisionado Extraordinario del Capítulo Liberiano, monseñor Rolandas Makrickas.

Una ofrenda de sufrimiento por la paz

En una de las secciones más conmovedoras del testamento, Francisco ofreció el dolor experimentado en los últimos meses de su vida por una causa mayor: “Ofrecí al Señor el sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida por la paz en el mundo y la fraternidad entre los pueblos”.

El documento concluye con una bendición para quienes lo amaron y continúen rezando por él. Así, el papa Francisco se despidió fiel a su estilo: humilde, cercano a los fieles y profundamente comprometido con la espiritualidad mariana.

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