Engañan a Metrorrey y le venden terreno 'emproblemado'
A pesar de un amparo que no reconoce su propiedad, Trazzo Urbano vendió a Metrorrey un terreno en litigio por más de $400 millones de pesos
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Octubre
2024
A pesar de que existe un amparo definitivo que no le reconoce la legítima propiedad, la compañía Trazzo Urbano Internacional, del empresario Alberto de la Garza Evia, le vendió a Metrorrey un terreno de 7.1 hectáreas, en más de $400 millones de pesos.
Se trata de un terreno emproblemado que se encuentra en medio de un litigio legal, pues además de Trazzo, hay otros dueños que reclaman la propiedad e incluso ya ganaron un amparo contra la empresa de De la Garza Evia.
El que se le haya vendido a Metrorrey, organismo encargado de operar el Metro de Nuevo León, por parte de Trazzo, constituye el delito de despojo de inmueble, entre otros, por los cuales tendrá que pagar penal y económicamente la empresa Trazzo que pertenece a Grupo IDEI (Internacional de Inversiones), de De la Garza Evia, según dijo a El Horizonte el abogado de la parte afectada.
El predio se ubica en la Avenida Miguel Alemán, entre Félix Galván y calle Casablanca, atrás del centro comercial Citadel, en San Nicolás, y se usará para instalar patios, talleres, cocheras y edificios auxiliares para las líneas 4,5 y 6 del Metro.
Este terreno es reclamado como suyo por las empresas Servicios de Construcción Inmobiliaria S.A., de C.V., y Plusval S.A., de C.V., del sampetrino, Emilio Tancredi Flores, quien posee un amparo definitivo que le reconoce la plena posesión y del cual El Horizonte tiene copia.
Como socios vendedores de Trazzo también está involucrada la empresa Inurvi S.A., de C.V.
Según el contrato de compraventa, la transacción del terreno emproblemado entre estas dos empresas y Metrorrey, ocurrió el 7 de julio del 2022.
En este Trazzo afirma que el predio no tiene “gravámenes ni inconveniente legal” lo que, según demandantes, es todo lo contrario.
El contrato está firmado por parte de Trazzo por sus apoderados legales, Jorge Martínez Páez y Mario Alberto Flores González; de Inurvi, Héctor Manuel Cruz Ponce, Federico Eugenio Cruz Salazar y Eduardo José Cruz Salazar y de Metrorrey, por su director, Abraham Vargas Molina.
El precio total está acordado en $404 millones 006,400 pesos aunque se pagó en parcialidades.
“La parte vendedora en este acto hace entrega real, formal y material sin ningún tipo de reserva, gravamen o inconveniente legal el inmueble objeto del presente contrato a la parte vendedora”, señala el punto cuatro del apartado de cláusulas.
También indica en el apartado de declaraciones que está al corriente del pago de impuestos.
“3.4: En la actualidad, el inmueble se encuentra libre de gravamen lo cual acredita que el correspondiente certificado de libertad de gravamen debidamente expedido por el Registro Público de la Propiedad.
“De igual manera manifiesta que en cuanto al impuesto predial este se encuentra al corriente derivado de las acciones de fusión y subdivisión”, señala el documento.
El abogado de Trancredi, Humberto Aguillón González, explicó a El Horizonte que tienen todos los documentos legales para acreditar la posesión legal del predio.
Señaló que se dieron cuenta de la venta a Metrorrey el 4 de diciembre del año pasado mediante la publicación del contrato de compra-venta.
Por tal motivo, presentaron una denuncia penal.
“Nosotros ganamos un amparo y se resolvió favorable para las empresas que represento y no obstante ello, las empresas denunciadas en Inurvi y Trazzo Urbano Internacional celebraron un contrato de compraventa irregular, obviamente con la autorización y la anuencia del director jurídico de Metrorrey. “Fue así como celebró un contrato entre el director de Metrorrey y los representantes legales y administradores únicos de las empresas Inurvi y Trazzo Urbano”, señaló el abogado.
Largo litigio
La disputa por este terreno viene desde hace décadas, pero desde su más reciente episodio lo han protagonizado Trazzo e Inurvi contra las empresas relacionadas con Tancredi Flores.
En el contrato, Trazzo le informa a Metrorrey que el terreno de 7.1 hectáreas es parte de las 18 hectáreas que les fueron vendidas el 16 de noviembre del 2006 por la señora Ana María Gutiérrez Viuda de Garza, quien presentó la escritura 8,815, realizada por el notario público 26, Gustavo Escamilla Flores.
Sin embargo, la ubicación de ese predio coincide con el mismo, pero de 19.4 hectáreas que compró la empresa Servicios de Construcción Inmobiliaria S.A., de C.V de la que Tancredi Flores es administrador único.
El abogado, Humberto Aguillón González, explicó que su cliente realizó la compra el 11 de diciembre del 2011 a los herederos del propietario original del predio, el fallecido comunero, Santiago Hernández, cuya posesión del predio se remonta hasta 1929.
Al reclamar ambas partes la posesión legal, Trazzo e Inurvi promovieron un juicio ante la Primera Sala Colegiada Civil del Tribunal Superior de Justicia el cual ganaron el 22 de noviembre del 2013.
Pero Tancredi no se quedó con los brazos cruzados y promovió un juicio el 16 de diciembre de ese año y ganó la sentencia definitiva de amparo en el 2017 que lo reconoció como dueño del predio.
Este se lo otorgó el tercer tribunal colegiado del Cuarto Circuito.
“Primero: La justicia de la unión ampara y protege a Plusval contra el acto de los magistrados de la Primera Sala Colegiada Civil del Tribunal Superior de Justicia consistente en la sentencia del 22 de noviembre del 2013 relativo a un juicio ordinario.
“Segundo: Se niega el amparo adhesivo presentado por Trazzo Urbano”, señala la resolución.
Aguillón González afirmó que la mujer que le vendió a Trazzo e Inurvi, Ana María Gutiérrez Viuda de Garza sí tenía posesión de un predio que incluso en conjunto era de 70 hectáreas, pero que era en la mitad norte del polígono la cual originalmente perteneció a un comunero llamado Florentino Martínez.
Sin embargo, señaló que esa parte ya se vendió hace décadas y que mediante movimientos “sospechosos” cambiaron su propiedad a la de Santiago Hernández que es la que actualmenteposee legalmente su cliente Emilio Tancredi.
Costaría $1,500 millones de pesos
Lo que se le vendió a Metrorrey fueron 7.1 hectáreas por $404 millones de pesos, pero según corredores inmobiliarios el terreno a valor comercial ascendería a más de $700 millones de pesos.
Al propietario todavía le quedan 11.2 hectáreas que en conjunto valdrían hasta $1,500 millones de pesos pues la zona es susceptible para el desarrollo de complejos inmobiliarios.
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