Clausura San Pedro desarrollo ‘consentido’ de Miguel Treviño

Por incumplir tantas como seis normativas, el complejo Gala de la desarrolladora inmobiliaria One Development Group (ODG), en San Pedro, fue clausurada por orden de un juez de un Tribunal de Justicia Administrativa, evidenciando que la administración municipal anterior, de Miguel Treviño, no midió con la misma vara a los desarrollos, al ser permisivo con Gala y autoritario con otros que también violaban la norma, como Torres Ysabella. 

Gala pretende construir dos torres de 30 niveles, con un departamento por piso. Está ubicado sobre la prolongación de la avenida Roble, casi en el cruce con Ricardo Margáin, en el área de Santa Engracia, y dicho desarrollo está a cargo de ODG, empresa cuyos principales socios son Alejandro Schwarz, Luis Sada y Bernardo Maldonado.

Los motivos de la clausura fueron, entre otros, incumplir en la cesión de área municipal, fallar en la seguridad al encontrarse en una zona con riesgo alto de inundaciones, y no cumplir con el sistema de estabilidad de taludes. 

Sin embargo, vecinos cercanos denuncian que, además, Gala viola el Coeficiente de Usos de Suelo (CUS), al pasarse por 26,000 metros cuadrados (m²) de lo permitido. Debido a que el terreno mide 18,000 m², por lo que el máximo de construcción serían 36,000 m² y el proyecto pretende construir más de 62,000 metros cuadrados.

También lo acusan de estar ubicada sobre una cañada, elevando el riesgo de inundaciones en esta zona de San Pedro Garza García.

Este desarrollo inmobiliario fue señalado por la cuarta sala ordinaria del Tribunal de Justicia Administrativa de Nuevo León por irregularidades a la hora de justificar los permisos de construcción.

La administración de Treviño autorizó la edificación de torres Gala, a pesar de incumplir con la cesión de área municipal y afectar a otros desarrollos aledaños.

Dicho actuar del exalcalde ya había sido evidenciado por El Horizonte desde el 9 de mayo, que el munícipe “midió con doble vara” a los desarrolladores, pues mientras a sus enemigos los persiguió con una saña que rebasa el “deber ser” gubernamental, a otros —que son sus amigos— los premió y consintió.

Lo que le detectaron al desarrollo Gala

Las seis causas por las que el complejo fue suspendido son las siguientes: la primera es que no se cumple con el 17% de cesión de área municipal correspondiente a un proyecto habitacional. 

La segunda es que incumple con la disposición de tener 16 metros frente a vía pública, al usar 7 metros de este espacio para cesión de área municipal. 

La tercera es que no cumple con los criterios de seguridad, ya que se encuentra en una zona con riesgo ‘alto’ de inundaciones de acuerdo con el Atlas de Peligros y Riesgos de San Pedro. 

La cuarta es que no cumple con el estudio de movilidad, pues, al ceder 7 metros de la vialidad al área municipal, reduce de manera radical el ancho de los carriles de circulación. 

La quinta corresponde a que no cumple con el 25% de CAAV, es decir, Coeficiente de Absorción y Áreas Verdes. 

Y, por último, la sexta es que no cumple con el sistema de estabilidad de taludes ordenado por el municipio.

Proyecto inquieta a sus vecinos

El punto que los vecinos señala como más preocupantes es la obstrucción del paso del arroyo San Agustín, ya que se eleva el riesgo de inundaciones, donde dicha obra desviaría el vital líquido a las torres Saqqara y al sistema de tratamiento de aguas del club campestre de Monterrey, así como a la avenida Vasconcelos.

Al estar dentro del paso de la cañada, el estudio de suelos determinó que el sistema de taludes que se está utilizando en esta obra no es factible, en su lugar se requiere de la colocación de pilotes para estabilizar las torres, pero el desarrollo continúa sin modificar la obra y afecta a los predios colindantes.

Estas afectaciones que causan riesgo de inundaciones en el Arroyo San Agustín, tienen como origen permisos que fueron concedidos durante la administración del exalcalde Miguel Treviño, quien ahora forma parte de la cartera de expertos del Tec de Monterrey en proyectos con los que dicha institución asume el liderazgo de proyectos relacionados con el cuidado del afluente arroyo Seco que tiene su origen en el arroyo San Agustín. 

Otras inconsistencias en el proceso de obtener los permisos de construcción fue el cambio de uso de suelo, que en primera instancia se trataba de un terreno de 18,503 metros cuadrados unifamiliar, luego se modificó a comercial, hasta pasar a ser multifamiliar incumpliendo con los metros correspondientes a la cesión municipal.

Torres Gala pretende construir dos edificios de 125 metros de alto con 30 departamentos cada uno, superando el límite permitido de construcción en esta zona, de acuerdo con el tamaño de superficie del terreno.

A este desarrollo vertical se le otorgó el permiso para construir más de 60,000 metros cuadrados, a pesar de que la relación entre el terreno y edificación es de 2 a 1; es decir, que tan solo se podría realizar un proyecto del doble del tamaño del terreno, que es de 18,000 metros cuadrados.

Sin embargo, el proyecto de torres Gala se estima que sea de tres veces más de la superficie del terreno, siendo esta una evidencia más de la flexibilidad de Miguel Treviño al otorgar los permisos de construcción de este proyecto.

Ysabella, el contraste

El pasado 3 de febrero, el entonces alcalde de San Pedro, Miguel Treviño, revocó los permisos de construcción de Torres Ysabella por presuntamente presentar documentación falsa, lo que dio inicio a los trabajos de demolición del puente de acceso a la construcción.

Días después, el empresario Federico Othón Zambrano Salas, conocido como “Pico” Zambrano, representante de la empresa Inmobiliaria ZDEC a cargo del proyecto, comenzó una batas jurídica contra el municipio al considerar ilegal la resolución. 

Sin embargo, los alegatos del desarrollador no fueron tomados en cuenta por la administración municipal, misma que autorizó un gasto de $40 millones de pesos para comprar 7,300 metros cuadrados de un predio aledaño a Torres Ysabella, con el objetivo de cancelar el acceso a la construcción. 

Hoy en día, la estructura de Torres Ysabella es una obra en gris abandonada. Consta de 23 niveles y es visible desde vialidades como el Bulevar Antonio L. Rodríguez, Morones Prieto y El Capitán.

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