Houston, Tucson y Phoenix: Quienes más inundan con armas a México

La organización Stop Us Arms to Mexico ha publicado el informe "Iron River", revelando detalles sobre el tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México.

La Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) ha rastreado 133,558 armas recuperadas en México, identificando a cerca de 925 fabricantes. Entre estos, las armas de cuatro compañías principales, Smith & Wesson, Colt, Glock y Beretta, representan el 30% de todas las armas recuperadas en México con fabricantes identificados.

Se especificó que dichas empresas están actualmente demandadas en Estados Unidos por negligencia que facilita el tráfico de armas hacia México.

El informe destaca que entre 2015 y 2022, las cinco ciudades estadounidenses que más armas exportaron a México fueron:

1.  Houston, Texas (2,452 armas)
2. Tucson, Arizona (2,156 armas)
3. Phoenix, Arizona (1,745 armas)
4. El Paso, Texas (1,658 armas)
5. San Antonio, Texas (1,340 armas)

Además, las pequeñas ciudades también desempeñan un papel significativo en el tráfico de armas. Distribuidores en McAllen, Texas, por ejemplo, fueron responsables de más de mil armas recuperadas en México durante el mismo periodo.

El informe revela que entre 2010 y 2012, cuando la producción e importaciones de armas en Estados Unidos eran aproximadamente la mitad de lo que es ahora, se compraron 253,000 armas al año con la intención de traficarlas a México.

Cada año, alrededor de 20,000 armas recuperadas en México son presentadas a la ATF para su rastreo. Aunque las incautaciones de armas en México han aumentado un 45% de 2015 a 2022, la ATF sigue identificando más de dos tercios de las armas como provenientes de Estados Unidos.

Se informó que la modalidad más común de tráfico es el comercio hormiga, donde la mayoría de las armas se compran individualmente. Por ejemplo, 942 armas compradas en el condado de Maricopa, Arizona, fueron recuperadas en México en 2022, rastreadas hasta al menos 874 personas.

En promedio, solo uno de cada diez compradores de un arma traficada adquiere más de una arma que es rastreada hasta el mismo comprador, lo que sugiere que la mayoría de las armas son compradas discretamente, una a la vez. Esta estrategia puede reducir el riesgo de captura antes de que las armas crucen la frontera.

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