Por ley marcial, Fiscalía de Surcorea investiga al presidente

La política surcoreana vive un momento de gran tensión tras la apertura de una investigación penal contra el presidente Yoon Suk Yeol, relacionado con su intento de imponer la ley marcial la semana pasada.

La Fiscalía de Corea del Sur ha iniciado una pesquisa sobre la actuación de Yoon, acusándolo de abuso de poder y rebelión. Según los fiscales, el presidente intentó alterar la Constitución del país, desatando una crisis política de enormes proporciones.

El presidente Yoon sorprendió al país al declarar la ley marcial, un acto que le otorgaba a los militares amplios poderes para enfrentarse a lo que denominó "fuerzas antiestatales" y a opositores políticos.

Sin embargo, tras una fuerte resistencia por parte del Parlamento, Yoon revocó la medida seis horas después. Este intento de control militar generó un escándalo, y la oposición no tardó en acusarlo de un golpe de Estado inconstitucional.

El escándalo alcanzó nuevos niveles cuando el exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, quien fue clave en la propuesta de la ley marcial, fue arrestado. Además, otros altos funcionarios han sido implicados en la crisis, incluida la detención del comandante de la ley marcial, Park An-su. Los fiscales informaron que Yoon ha sido "fichado", un proceso legal que lo convierte en el principal objetivo de la investigación.

La situación política se intensificó el fin de semana, cuando el Parlamento aprobó una moción de destitución contra Yoon. Sin embargo, el presidente sobrevivió a la votación gracias al apoyo de su partido. A pesar de ello, la crisis se profundizó cuando el líder del Partido del Poder Popular, Han Dong-hoon, anunció que Yoon delegaría la autoridad presidencial en el primer ministro hasta su eventual dimisión.

Las protestas en Seúl se incrementaron, con miles de personas exigiendo la destitución de Yoon y su partido. La intervención de los militares en este conflicto político ha sido especialmente controvertida, ya que muchos consideran inaceptable el uso de las fuerzas armadas para resolver disputas políticas en una democracia consolidada.

La situación ha generado preocupaciones sobre la estabilidad de Corea del Sur, tanto a nivel interno como en su relación con aliados internacionales, como Estados Unidos y Japón. La crisis política podría afectar negativamente los esfuerzos para disuadir a Corea del Norte, especialmente ante la tensión creciente en la península.

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