Salud

Trazando el camino hacia la serenidad, una forma de vida

Nos Pasamos la vida buscando la satisfacción en cosas, lugares y personas, pero al final nos damos cuenta de que la paz que anhelamos, empieza en nosotros

  • Por: Verónica Espinoza
  • 20 Septiembre 2023, 00:43

La serenidad es fácil de definir: Los diccionarios la describen como la capacidad de estar en calma, de mantener un estado apacible, sosegado y sin turbación en medio de la dificultad. Pero conseguirla en nuestra vida diaria no es tan fácil, sobre todo cuando las situaciones se descontrolan o se tornan negativas.

Las adversidades y complejidades de la vida humana y las dificultades e incertidumbres que surgen del mundo en cambio vertiginoso en el que vivimos, generan preocupaciones, estrés, ansiedad y miedos, que dificultan que nos serenemos.

Paradójicamente, incluso a veces las alegrías, éxitos y situaciones placenteras también pueden alterarnos, debido a nuestro habitual estado de agitación mental y emocional.

La psicóloga Patricia Ramírez señala que aunque siempre “seguiremos teniendo momentos de  placer y de dolor en nuestra existencia, podemos aprender a vivirlos desde un estado más contemplativo, menos intenso, con más soltura o fluidez, más sereno”.

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Ramírez quien posee un master en Psicología Clínica y de la Salud, es escritora, conferencista e imparte talleres sobre actitud, fuerza de voluntad, capacidad de cambio, confianza y seguridad, así como trabajo en equipo, liderazgo y optimismo

La felicidad no es una farmacia abierta las veinticuatro horas. Es un estado, a ratos una emoción, pero no es estable. 

La serenidad puede aportarnos estabilidad en medio de los altibajos y circunstancias cambiantes de la vida.

Asegura.

No se trata simplemente de que “nos tomemos las dificultades con serenidad” sino de hacernos conscientes de que la serenidad nos ayudará a afrontar y resolver mejor las dificultades, a tomar mejores decisiones en los momentos difíciles”, detalla la experta.

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Serenidad paso a paso

DETENTE, OBSERVA Y RESPIRA

Ramírez propone un ejercicio muy sencillo: “sólo tienes que parar durante un par de minutos, sentarte, observar y tomar conciencia de que estás respirando. No tienes que modificar tu patrón de respiración, sólo tener quietud, observar qué está ocurriendo a tu alrededor y sentir cómo respiras. Nada más”.

El simple hecho de parar te relaja, ya que informa a tu mente de que no hay prisa, no hay ninguna urgencia, no tienes que apagar ningún fuego, y eso permite bajar tu nivel de actividad física y cognitiva.

Explica.

 

OCÚPATE DE LO ÚTIL

Querer ocuparnos de las ‘amenazas’ que no podemos controlar es una fuente de insatisfacción y ansiedad. Las frases que empiezan por ‘Y si…’ nos llevan a anticipar lo peor, sucumbir a nuestros miedos y hablarnos de forma negativa.

La mayoría de tus preocupaciones no dependen de que tú encuentres las soluciones, sino del paso del tiempo, del factor ‘buena o mala suerte’, de un tratamiento médico, del destino, de terceras personas, de la vida…, pero no de ti.

Recalca.

CÓMO CONTROLAR 
LA ANSIEDAD

Una regla básica para controlar la ansiedad consiste en ocuparse de las cosas que dependen de uno mismo y despreocuparse de lo que uno no controla, según esta experta.

Para conseguirlo, “hazte la siguiente pregunta cada vez que una preocupación ronde tu cabeza: «Esto que ahora me está preocupando tanto, ¿puedo solucionarlo yo?». Si la respuesta es NO, observa esa idea o emoción, sin intervenir sobre ella; sin hablar, ni razonar, ni juzgarla” recomienda Ramírez.

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