Salud

¿Trabajas desde casa? Mucho cuidado con la lumbalgia

La enfermedad puede llegar a ocasionar alteraciones neurológicas por la compresión de las terminaciones nerviosas

  • Por: EH
  • 05 Mayo 2021, 18:18

Las largas horas de home office, debido al confinamiento por el Covid-19, han provocado estragos en la espalda baja, un dolor conocido como lumbalgia que tiene serias repercusiones. 

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la lumbalgia es una de las principales causas de ausentismo laboral y la ubica como uno de los trastornos musculoesqueléticos más frecuentes, con una prevalencia de 568 millones de personas en el mundo y causante de discapacidad en más de 160 países. “La situación de aislamiento, sedentarismo, ansiedad y trabajo en casa afectaron el estado físico y emocional de las personas. 

El cierre de gimnasios, trabajo en casa y actividades de ocio sedentarias, impusieron el pasar muchas horas sentados de manera incorrecta frente a una pantalla de televisión, computadora o teléfono, que generó un aumento de afecciones musculoesqueléticas, entre ellas, la más común la lumbalgia”, señaló el doctor Felipe Gómez García, Médico especializado en Ortopedia y Traumatología.

 De acuerdo con el especialista, la lumbalgia es un dolor en la parte baja de la espalda que puede afectar las partes óseas (vértebras) y a las bandas (músculos, tendones, ligamentos e incluso estructuras nerviosas) que se encuentran alrededor o cruzan por las vértebras. 

La mala postura también provoca otras afecciones como tendinitis, contracturas en el cuello, dolores en la espalda, ligamentos, músculos y huesos; llegando a causar como efecto complementario, alteraciones neurológicas por compresiones de las terminaciones nerviosas.

¿Cómo evitar su aparición?

Las personas que hacen home office deben caminar entre 10 y 15 minutos todos los días y realizar ejercicios de estiramiento para evitar el aumento de peso. Es importante tomar varios descansos a lo largo del día. 

No ingerir comida chatarra y restringir los carbohidratos. Hay que comer porciones de verdura o fruta con una dieta balanceada que incluya carne roja, pescado y pollo. Reducir la ingesta de alcohol y evitar fumar. 

No automedicarse, ya que se puede enmascarar los signos y síntomas de un padecimiento grave. Es importante acudir con los especialistas para recibir el tratamiento adecuado.

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