Si la vida te da limones… ¡haz limonada con todo y cáscara!

Una de las bebidas refrescantes más populares a nivel mundial es sin duda la limonada: su sabor, practicada y frescura, la hacen una de las favoritas de todos.

Por si fuera poco, ofrece vitaminas y minerales, que se traducen en grandes beneficios a la salud del organismo.

Cotidianamente sólo se utiliza el jugo para prepara la bebida, sin embargo, varios expertos en nutrición y medicina, sugieren que para aprovechar todas las propiedades de esta fruta, se deben emplear también la cáscara y la pulpa.

La vitamina C está presente en el jugo, y contiene propiedades antioxidantes de suma importancia; según un estudio publicado en Annals of Nutrition and Metabolism, este compuesto es esencial para el sistema inmunológico: reduce el impacto de las infecciones respiratorias, así como su duración.

Además, previene la formación de cálculos renales gracias a su ácido cítrico, que incrementa el pH de la orina.

En la cáscara también se encuentran beneficios, que alivia la acidez estomacal y algunos otros síntomas de reflujo gastroesofágico; incluso se sugiere que puede ayudar a prevenir el cáncer de mama y colorrectal.

Tanto la cáscara como la pulpa de limón, poseen pectina, una fibra soluble que favorece la digestión y promueve la pérdida de peso.