Salud

¿Quieres mejorar tu atención? ¡Consume omega-3!

Un estudio reciente encontró la relación entre el consumo de ácidos grasos omega-3 y la capacidad de atención en adolescentes.

  • Por: Jessica Guerra
  • 18 Enero 2023, 06:00

Ya eran conocidas las contribuciones de los ácidos grasos omega-3 para la salud cardiovascular, la regulación de los lípidos en la sangre o su papel antioxidante y antiinflamatorio, entre otros beneficios. Pero, además, un estudio reciente realizado por ISGlobal (El Instituto de Salud Global de Barcelona), ha hallado que el ácido docosahexaenoico (DHA), está asociado a una mayor capacidad de atención selectiva y sostenida en adolescentes, mientras que el ácido alfa-linolénico se asocia con una menor impulsividad.Durante la adolescencia se dan relevantes cambios estructurales y funcionales en el cerebro, sobre todo en la zona prefrontal, que juega un papel importante en el control de la atención. Por otro lado, se sabe que los ácidos grasos omega-3 son esenciales para el buen desarrollo y funcionamiento del cerebro. El más abundante en el cerebro, particularmente en la zona prefrontal, es el DHA, que se adquiere a través del consumo de pescados grasos. “A pesar de la conocida importancia del DHA en el desarrollo cerebral, pocos estudios han evaluado si juega un papel en la capacidad de atención de adolescentes sanos”, comenta Jordi Júlvez, coordinador del estudio. EntérateLos ácidos grasos omega-3 son una familia de grasas poliinsaturadas entre las que destacan el ácido docosahexaenoico (DHA), el ácido eicosapentaenoico (EPA), y el ácido alfa-linolénico (ALA); se encuentran en grandes cantidades en el pescado azul y en los aceites de pescado. ¿Qué alimentos los contienen?Los especialistas de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), señalan que ente los alimentos más ricos en ácidos grasos están el salmón, el atún fresco, el arenque, las sardinas y las anchoas.Por su parte, el ácido alfa-linolénico está presente en alimentos de origen vegetal, sobre todo, en las semillas de chía y lino y en las nueces. Aunque en menor medida, también se encuentra en otros frutos secos, semillas y en algunas legumbres. Sabías que…“En el caso de las semillas, es importante destacar que, para un mayor aprovechamiento y asimilación, deberían consumirse molidas, trituradas o en remojo durante al menos una hora. Esto se debe a que, si las consumimos en crudo, desaprovechamos parte porque no podrá absorberse a nivel intestinal”, apuntan los expertos de la SEDCA.

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