El favorito de James Bond: el martini, un elixir delicioso

Fue Sean Connery, el James Bond más aceptado de los que han encarnado el papel del agente 007, quien en la cinta El satánico Dr. No (1962), y con aires indolentes, exclamaba “agitado, no mezclado”, en referencia al martini que le estaban preparando.

La frase hizo de esta bebida algo más popular, pero no evitó que se cuestionara en los círculos de especialistas lo idóneo del método. De hecho, este cóctel seco y de vermut blanco no debe sacudirse, ya que facilita que sus componentes enturbien el resultado final, matando su sabor.

El vermut es un caldo en la medida en que lo son los vinos fortalecidos gracias a recetas aromáticas y especiadas a la usanza de los aguardientes, y en el momento de su consumo. Esta bebida de origen italiano se sirve en los aperitivos para abrir bocado, es de este modo, un excelente tentempié.

La denominación del elixir, procede de la localidad italiana de Turín, considerada como la capital del vermut. Sin embargo, hay quienes afirman que el nombre de este vino es una adaptación de un vino alemán fortalecido también con wormwood, elemento imprescindible para la elaboración de la absenta o ajenjo.

La fusión con otros licores determina también el octanaje de los distintos combinados, ya sea que integren vodka, ginebra o whisky escocés o canadiense. Manhattan, Rob Roy, Gibson (con una cebollita encurtida a modo de aceituna), vodka Martini son algunas de las especialidades.

Los invitados a la mezcla son el Amargo de Angostura, limón, cereza y aceituna. Una copa alta y cónica, es su recipiente adecuado.

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