Salud

Distimia: un trastorno depresivo que suele confundirse con otros males modernos

Aunque en un par de semanas el estado de ánimo de la persona pueda mejorar y llevar a una vida normal, la base sigue siendo estar cansado, deprimido y desganado.

  • Por: EH
  • 14 Diciembre 2020, 10:29

El hecho de enfrentar una pandemia y adaptarse a la nueva normalidad ha traído a las personas a experimentar síntomas relacionados con la ansiedad, el estrés o la depresión.

La poca energía, falta de concentración, tristeza sin encontrar un porqué, poco interés en las actividades diarias, trastornos del sueño y falta de motivación, entre otros, son posibles síntomas del trastorno depresivo persistente, llamado Distimia.

¿Qué es Distimia?

De acuerdo a Mayo Clinic, la Distimia es una forma de depresión continua y a largo plazo (crónica). Es posible que se pierda interés en las actividades normales de la vida cotidiana, sentirse desesperado, volverse improductivo, tener baja autoestima y sensación general de ineptitud.

Dichos sentimientos duran años y pueden afectar en gran medida las relaciones y desempeño en la escuela, en el trabajo y en las actividades diarias; aunque no es tan grave como la depresión mayor.

No debe ignorarse

En el grupo de las depresiones, esta patología puede ser ignorada por la psiquiatría, sin embargo, es el trastorno más grave y común de nuestra era, como lo explica el psiquiatra y psicoterapeuta Sergio Oliveros Calvo.

De acuerdo a Oliveros, la mayoría de las veces se manifiesta en la infancia o la adolescencia, y la persona que lo padece siente que forma parte de sí mismo, de su forma de ser.

Sin embargo, aunque en un par de semanas el estado de ánimo de la persona pueda mejorar y llevar a una vida normal, la base sigue siendo estar cansado, deprimido y desganado.

Tratamiento

Para Mayo Clinic, los dos tratamientos principales para el trastorno persistente son los medicamentos y la terapia del habla (psicoterapia). El enfoque del tratamiento que recomiende el médico dependerá de factores como:

  • Gravedad de los síntomas
  • Deseo de abordar problemas emociones o transitorios que afectan la vida
  • Preferencias personales
  • Métodos de tratamiento anteriores
  • Capacidad para tolerar medicamentos
  • Otros problemas emocionales que pueden haber

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