Cocer pastas y vegetales 'al dente” ayuda a comer más saludable y evitar subir de peso

“Al dente” es una expresión italiana que se utiliza para designar el grado justo de cocción de las pastas, pero no solo se recomienda para este tipo de alimentos, sino también para los vegetales y hortalizas.

Cocinar “al dente” significa retirar, ya sea la pasta o la verdura, del fuego y escurrir cuando todavía está firme al morderla, explica el pequeño Larousse de la Gastronomía.

Si la pasta, el brócoli, los ejotes o los granos de elote, por ejemplo, no se cuecen de esta forma, se despedazaran antes de masticarlos, dando una sensación de flacidez desagradable.

Su importancia para la salud

Aunque el objetivo principal es lograr alimentos crujientes en su interior y suaves en su exterior; cocinar “al dente” evita que algunos de los nutrientes más importantes de los alimentos se pierdan.

Otra ventaja de esta tipo de cocción es evitar que el almidón que contienen las legumbres se transformen en azúcar de asimilación rápida, es decir, que se simplifiquen las cadenas de carbohidratos y se almacenen en el cuerpo.

Por otro lado, la consistencia de los alimentos cocidos “al dente” causa que éstos sean masticados por más tiempo, lo que reduce la sensación de hambre y, por ende, las personas comen menos cantidad de comida.

¿Cómo cocer pasta o vegetales “al dente”?

Cocinar “al dente” no es una práctica tan sofisticada como el término en sí. La clave está en morder un trozo del alimento y verificar que quede un mínimo punto blanco en el medio, o que se sienta crujiente y suave, mas no cruda.

Si la pieza presenta las características anteriores, entonces es el momento adecuado para apagar el fuego, sacar de inmediato del agua, escurrir y enjuagar con agua fría para cortar la cocción.

De este modo, la pasta con salsa de tomate no se verá batida o las verduras serán crujientes y apetecibles, y no flácidas y sin sabor.