Hoy tuve el privilegio de ser la mediadora en un panel dirigido a estudiantes universitarios para hablar de un tema que, por fin, empieza a recibir la atención que merece: el bienestar. Lo que más me emocionó fue que los panelistas con los que compartí el escenario eran tres jóvenes de apenas 23 años —dos chicos y una chica— que me dejaron sorprendida con la sabiduría, pasión y claridad con la que hablaron.
No puedo evitar recordar mis propios 23 años... y, honestamente, no tenía tan claro qué necesitaba para encontrar el balance en mi vida. Esta nueva generación —los llamados centennials— tiene herramientas emocionales, ideas frescas y una conciencia de autocuidado que generaciones como la X o los baby boomers apenas estamos empezando a entender.
Uno de los temas más valiosos que abordamos fue el de las 7 esferas del bienestar, un modelo respaldado por la Universidad de Wisconsin-Stevens Point. Estas áreas no solo están interconectadas, sino que requieren atención continua para vivir una vida plena y significativa. Aquí te las comparto brevemente:
- Bienestar físico: Cuidar el cuerpo mediante ejercicio, sueño y alimentación consciente.
- Bienestar emocional: Reconocer, aceptar y gestionar nuestras emociones.
- Bienestar intelectual: Estimular la mente con aprendizaje constante y pensamiento crítico.
- Bienestar espiritual: Conectar con un propósito, valores o sentido más profundo de la vida.
- Bienestar social: Cultivar relaciones positivas, empáticas y significativas.
- Bienestar ocupacional: Encontrar satisfacción y propósito en el trabajo o en las actividades diarias.
- Bienestar ambiental: Vivir en armonía con el entorno y cuidar el planeta.
Entre las recomendaciones que mis jóvenes compañeros compartieron, hubo varias que me dejaron pensando:
Algunas de las recomendaciones que más me gustaron de mis compañeros panelistas fueron tan simples como poderosas: llevar una cuenta visual de tus logros para no olvidar todo lo que has avanzado; ser muy humilde y reconocer que siempre podemos aprender algo nuevo; no sentirte obligado a darle explicaciones a nadie sobre lo que haces; seguir soñando y confiar en ti mismo; pedir ayuda cuando la necesitas; permitirte fallar y aprender de los errores; y mantenerte siempre en movimiento, en constante aprendizaje. También me quedé reflexionando sobre la importancia de revisar estas esferas en nuestra propia vida. Justo la semana pasada me sentía sin energía, desmotivada y un poco desconectada. Así que decidí poner en marcha pequeñas acciones tomando en cuenta estas áreas: atendí mi salud física, vi a mis amigas, hablé de mis emociones, me corté el pelo, hice una visita a la iglesia, trabajé con más enfoque y decidí preocuparme menos. Hoy, unos días después, ya me siento distinta. Más ligera, más centrada, más viva.
Te invito a hacer lo mismo: explora estas esferas en tu vida. ¿Dónde estás bien? ¿Dónde podrías poner más atención? A veces, un pequeño ajuste hace una gran diferencia en cómo nos sentimos.
Te invito a conversar con personas fuera de tu generación, porque te vas a sorprender con todo lo que puedes aprender. Yo tengo la edad de los papás de estos jóvenes, y hoy me quedó claro algo muy importante: si tienes hijos en sus 20s, puedes sentirte orgulloso. Ya están haciendo la diferencia. Están cambiando el mundo. Y podemos confiar en ellos.
Gracias por leernos, pueden escribirnos a nuestro correo marysol@marysolflores.com. Nos encantaría escuchar tus comentarios.
Dra. Marysol Flores Martínez | Conferencista | Autora | Consultora | Doctora en Liderazgo y Desarrollo Humano | Maestría en Psicología Neuroeducativa | Catedrática del Tec de Monterrey | Podcast en YouTube: FamiliaViva | Fundadora de @familiaviva.mx