#YaNoLeSigasMiguel

Pasar por Centrito Valle es una experiencia dura, triste, penosa y además riesgosa, es como si estuviéramos en una zona de guerra. ¿Acaso había necesidad de desmadrar todo el Centrito, Miguel? Ayer pasé por ahí y me dio muchísima pena, me dio pena, sentí mucha pena por aquellos negocios que tienen toda su vida ahí trabajando y esforzándose, generando empleo y moviendo la economía, y hoy están solos gracias a ti.

Celebro el anuncio que hizo ayer Miguel Treviño sobre bajarse de la contienda electoral del próximo año… ¿Por qué lo celebro? Porque si como alcalde no sirvió ya que no supo hacer las cosas, muchísimo menos nos iba a servir de senador, y es que destruir el Centrito de un solo golpe no fue nada estratégico de su parte… ¿O así era el plan? ¿Destruir negocios? ¿Mermar el patrimonio de mucha gente? ¿Quería joder a San Pedro?

Por todo eso y más hoy a Miguel nadie lo quiere, la buena noticia es que parece que ya se dio cuenta de eso, quitándose un poquito la venda de soberbia pudo reflexionar que la ciudadanía ya no quería “que le siguiera”, fue por eso que mejor se bajó muy temprano.

San Pedro Garza García ha vivido momentos oscuros bajo el mandato de Miguel Treviño. Las promesas de un cambio positivo y un liderazgo transformador han caído en saco roto, y basta ver el estado actual del icónico Centrito Valle para atestiguarlo.

A lo largo de su administración, Treviño prometió múltiples proyectos de transformación. Sin embargo, esas promesas han sido meramente discursos sin sustento. El Centrito Valle, que alguna vez fue un lugar de encuentro y símbolo de la comunidad sampetrina, se ha deteriorado bajo su gestión.

Es cierto que gobernar no es tarea sencilla, pero es fundamental que un líder tenga la capacidad de guiar a su comunidad hacia el progreso. Treviño ha demostrado no estar a la altura del reto. Y no sólo eso, sino que en lugar de escuchar a la ciudadanía y actuar en consecuencia, ha optado por excusas y evasivas.

Su reciente anuncio de no participar en las elecciones del 2024 no sorprende, y es que es evidente su incapacidad para liderar, sumándole la reprobación ciudadana a su gestión de terror.

Sus acciones y decisiones han afectado de manera directa el bienestar y progreso del municipio. Sus palabras sobre buscar una plataforma donde el eje sea la aportación a la comunidad suenan a justificaciones vacías. Si realmente hubiese tenido ese interés, San Pedro estaría en una situación distinta hoy día. Además… ¿Cómo puede hablar de aportación cuando el emblemático Centrito Valle es una triste sombra de lo que fue?

Mientras Treviño se centra en impulsar una candidatura independiente para la alcaldía de San Pedro, es fundamental que la comunidad reflexione sobre el tipo de liderazgo que desea para el futuro. Los errores del pasado deben servir como lecciones para no repetirlos y buscar líderes que realmente trabajen en pro del bienestar de la ciudadanía.

Aunque Miguel Treviño haya decidido no participar en las elecciones de 2024, la huella de su gestión quedará marcada en San Pedro Garza García. Es vital que los sampetrinos se unan en búsqueda de un liderazgo que realmente atienda las necesidades y aspiraciones de la comunidad.

San Pedro Garza García merece más que promesas vacías y gestiones ineficaces. Es un municipio que se ha caracterizado por ser cuna de innovación, desarrollo y una calidad de vida envidiable en el país. Sin embargo, bajo la administración de Miguel Treviño ha experimentado retrocesos que amenazan su estatus y legado.

El argumento de Treviño sobre su decisión puede ser válido y respetable, pero… ¿No es acaso el deber de un líder ser transparente con sus gobernados? La ambigüedad en su declaración genera especulaciones y dudas, que sólo añaden más sombras a su ya cuestionable administración.

La renuncia de Treviño a contender en 2024 debe ser una señal clara para los sampetrinos: es momento de reflexionar sobre el tipo de liderazgo que desean. Un líder debe ser alguien que inspire confianza, que demuestre con acciones concretas su compromiso con la comunidad, además que esté dispuesto a escuchar y trabajar de la mano con sus gobernados.

Es crucial que los ciudadanos no olviden. Las promesas incumplidas, las decisiones equivocadas y la falta de visión estratégica deben ser recordadas no como un castigo, sino como una lección aprendida. El futuro de San Pedro Garza García está en manos de su gente, y es esencial que se elija a líderes que estén a la altura de las expectativas y necesidades del municipio.

En definitiva, el anuncio de Treviño puede ser una oportunidad para San Pedro. Una oportunidad para redirigir el rumbo, para aprender de los errores y para construir un futuro más brillante. La comunidad sampetrina tiene la capacidad, el ingenio y la pasión para lograrlo, y es momento de que su voz sea escuchada y respetada.