¿Y si en esta misma legislatura federal reformamos el pacto fiscal? Pensar en Vidaurri
Sin Censura
Ya es tiempo de que los nuevoleoneses reivindiquemos la memoria del exgobernador Santiago Vidaurri (1809-1867).
Primero, dejo claro que es falsa la acusación histórica en contra suya: Vidaurri no buscó separar Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas del resto de México; fue una fake new de la época que el propio Comonfort bautizó como el “asunto Vidaurri”.
No hay la mínima prueba de que Vidaurri pretendiera fundar la República de la Sierra Madre.
Por supuesto, no era un republicano y sí amaba el noreste por encima de las demás regiones de México. Pero francamente Vidaurri fue abandonado por el gobierno central, dejando a su suerte a los norteños, atacados por los bárbaros, los filibusteros y el pillaje. El regionalista Vidaurri convirtió a Monterrey en un centro distribuidor de productos extranjeros, sobre todo de algodón y caucho.
Los nuevoleoneses comenzaron a vivir mucho mejor en comparación con otras regiones de México donde imperaba la corrupción y la miseria absoluta. Ignacio Manuel Altamirano, por ejemplo, narra una vista a La Candelaria de los Patos que era un “espantoso muladar”, donde ahora está el Congreso de la Unión (bueno, sigue siendo un espantoso muladar).
En su condición de fronterizo, Vidaurri pensaba muy diferente al presidente Juárez.
Vidaurri, para no perder el norte, no claudica ante Juárez. Vidaurri no aceptó seguir “el camino de las transacciones” (de donde viene el moderno término transar), como decía Melchor Ocampo en su libro Mis 15 días como ministro.
Cuando pactó finalmente su adhesión al gobierno imperial de Maximiliano, en Salinas Victoria, en sentido figurado y literal, Vidaurri “perdió el norte para siempre”. Frente a los sentimientos de la nación de Morelos, brillaron los sentimientos de la región de Vidaurri.
¿Por qué ganar y perder el norte es para los regiomontanos nuestro eterno estira y afloja contra el centro del país? Porque ganar el norte es la base de un nuevo pacto fiscal. Lo vamos a lograr.