Opinión

Volver a empezar

Sección Editorial

  • Por: Nora Lilia Zambrano
  • 17 Abril 2024, 03:14

No tengas miedo de iniciar nuevamente, si el miedo es paralizante, pero hay que avanzar aún con él a cuestas.
 
Nuestro cerebro es grandioso, hace tantas cosas por nosotros, manda señales al sistema nervioso, y a través de el a los demás sistemas que regulan a nuestro cuerpo, con la finalidad de lograr el bienestar.

Esas pequeñísimas descargas eléctricas que ocurren entre neurona y neurona, llamadas sinapsis, logran que todo nuestro organismo esté en comunicación, buscando el balance perfecto que nos hace subsistir.

Sin embargo, en ocasiones muy especiales, cuando este balance se ve atacado, el cerebro tiene la gran habilidad de protegernos, desde lo físico hasta lo emocional y mental, cuando estamos siendo embestidos por fuerzas ya sea internas o externas, en nuestro cerebro se activa el sistema límbico.

Y así, sin darnos cuenta apenas levemente conscientes entramos en modo supervivencia, dejando atrás o guardadas en un cajón muchas emociones, o circunstancias que a consideración de nuestro cerebro podrían debilitarnos y caer en un abismo del cual podríamos no regresar.

¿Pero qué sucede cuando la alarma se ha apagado?, y este ataque ha cesado, ya no existe ese enemigo que activó todas nuestras tropas, que nos empujó más allá del límite de nuestras fuerzas, hasta que nos situó en otro lugar quizá mejor o quizá aún por descubrir.

El volver a empezar y plantarle cara a todo eso que guardamos, puede hacernos sentir vulnerables.

Algunas corrientes les denominan mecanismos de defensa, otras acciones psicógenas, pero sin importar el nombre, la realidad y el hecho es que permanecemos en esta zona de confort a la que nos amarramos con tal de salir adelante.

Probablemente las circunstancias que viviste te hicieron hacer las emociones a un lado, con tal de seguir funcionando, pero esa armadura que con tanto esfuerzo forjaste es importante saberla abrir, los seres humanos contamos con un arcoíris de emociones y es importante que las vayamos descubriendo y nombrando.

Volver a empezar así sea de cero, es una experiencia desafiante, porque por más que hayas salido victorioso, el desgaste que la experiencia dejó, empezará a pasar factura cuando tu cuerpo comandado por tu cerebro diga: “Ya es hora”.

No tengas miedo de iniciar nuevamente, de retomar actividades que dejaste a un lado, sí el miedo es paralizante, pero hay que avanzar aún con él a cuestas. Quizá es tiempo también de reparar; algunos durante fuertes pruebas de fe, se vuelven tiranos con aquellos que los acompañaron.

Sería importante dar la oportunidad de preguntar cómo lo pasaron los de alrededor, salirnos de nuestro caparazón o armadura y disculparnos si es necesario.

Conectar y vincular son los procesos esenciales para volver a empezar, como te decía, quizá desde cero, quizá desde un lugar diferente, quizá desde un lugar aún más desafiante, pero sabes una cosa, ya la alarma pasó, ya la urgencia terminó, respira, sonríe y para adelante.

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