Más allá de la grotesca realidad que lamentablemente nos receta la actualidad de nuestros días, el destino, la época, los tiempos modernos o llámese como se quiera, nos deja ver un horizonte en el inminente del futuro inmediato de los acontecimientos pronosticados y próximos a suceder en los temas locales, nacionales e internacionales.
Poco prometedor de nuestro entorno, que, aunque se piense lejano, se encuentran mucho más cerca en el espacio y tiempo del inmediato. Yes que, observando la polarización que de manera general se registra por todos los rincones del mundo, los pronósticos sobre el futuro de nuestras vidas (y esto es sin meterle miedo, estimado lector, sino simplemente siendo conscientes y objetivos con lo que se percibe hasta ahora), y tal parece que las consecuencias nos alcanzarán a todos los seres comunes y corrientes, como a usted tanto como al que esto escribe.
Y es que, si por alguna razón hemos sido afortunados hasta ahora, por ejemplo, de no desaparecer como los cientos de miles de compatriotas, hombres y mujeres que lamentablemente “causaron baja” en el período sexenal inmediato anterior, la desaparición en la esencia del ejercicio de la justicia —pilar del poder judicial— que, dicho sea de paso, quién sabe en manos de quién y cómo quedará después de su “escénica” y electoral descomposición.
Además de las instituciones y organismos autónomos, sin olvidar que ya desde hace algunos años se despacharon los fideicomisos con sus dineros, han orillado que muchos se preocupen y razonen más seriamente, aunque no abogen por ello, en otra desaparición: las de las cámaras de diputados y senadores, que tal parece que, en lugar de trabajar para atender los satisfactores de las necesidades sociales de la nación, actúan conforme las indicaciones que surgen aparentemente desde muy lejos… (allá donde usted pensó: ¡anca la chingada!).
Luego, estimado lector, las amenazas de que Mr. Trump se va a medir a las “trumpadas” con los desproporcionados incrementos en los aranceles, bloqueando con ello los acuerdos comerciales si México no contiene la migración hacia el vecino país del norte, amagando además con las deportaciones masivas de ilegales que ya traspasaron su frontera y que quieren depositar en nuestro territorio, donde honradamente no caben. Además, otras “trumpadas” se vienen como consecuencia del lema que reza “abrazos no balazos” y que ahora ha sido actualizada con “no vamos a continuar la guerra de Calderón”.
Y que ante la negativa de aceptar ayuda para atender ese problema, surge ahora la exigencia de contener a los grupos criminales dedicados al narco detrás de este lado del Río Bravo, so pena de declararlos como “terroristas” para justificar una posible incursión en territorio Mexicano, cosa que nuestra soberanía e himno nacional impiden.
Luego, también, en otra parte del mundo, y a la vez tan cerca de nuestra frontera norte, el presidente ruso Vladímir Putin ha lanzado sus “putinazos” en forma de un nuevo misil hipersónico de alcance intermedio llamado Oreshnik, en represalia por el uso de misiles de largo alcance proporcionados por Estados Unidos y el Reino Unido a Ucrania, los cuales han permitido golpear zonas profundas dentro del territorio ruso.
Lo preocupante es que, a pesar de no ser un misil intercontinental, éste tiene la capacidad de alcanzar objetivos en toda Europa, tanto con ojivas nucleares como convencionales, y su poder destructivo podría ser comparable al de un ataque nuclear si se lanzan varios misiles de este tipo con ojivas convencionales.
Además, se dijo que los sistemas de defensa aérea occidentales serán ineficaces para detener el Oreshnik, lo que aumenta la preocupación de los países involucrados y, por obvia cercanía, a sus vecinos, como lo somos nosotros, los mexicanos.
Así, siendo razonablemente consientes que el horizonte en nuestro inminente futuro luce algo complejo con la actuación de nuestros políticos y líderes mundiales, estimado lector, es preciso recordar que la actualidad de nuestros días, el destino, la época o los tiempos modernos que hoy mismos nos toca recorrer, ya no los habitan los verdaderos y auténticos héroes nacionales de las mayorías: El Santo, el enmascarado de plata y El Chapulín Colorado.
Pero dentro de este espectro de desapariciones, trumpadas y putinazos…, lo bueno es que ya se anunció que pronto viene una nueva generación de políticos para ser rescatados de todo este desorden: ellos son dos grandes figuras ya conocidas: Bobby Pulido, que ya anunció su incursión en la política, y eso puede salvar al vecino del norte; mientras que aquí nuestra esperanza está depositada en el payaso “Brincos Dieras”, que, dada su popularidad, ya anunció también su intención de unirse a la actividad política para contender en futuras elecciones... seguramente repartiendo su “Chamoy” por todos lados.
¡Animo!… Así las cosas, estimado lector. Por hoy es todo. Medite lo que le platico, estimado lector, esperando que este nuevo amanecer se traduzca en un reflexivo día. Por favor, cuídese y ame a los suyos. Me despido honrando la memoria de mi querido hermano Joel Sampayo Climaco, con sus hermosas palabras: “Tengan la bondad de ser felices”. Nos leemos, Dios mediante, aquí el próximo lunes.