Opinión

Un reto para estar a la altura

Sección Editorial

  • Por: Clara Luz Flores Carrales
  • 08 Octubre 2024, 00:06

Presente y futuro

La llegada de Claudia Sheinbaum Pardo a la presidencia de la República significa para las y los nuevoleoneses un reto para estar a la altura de los cambios que vivimos en nuestro país.

A una semana de haber rendido protesta como la primera mujer presidenta de la historia del México republicano, tiempo en el que ya hemos podido observar los matices de cómo es y será su gobierno, su agenda, su forma de tomar decisiones y de comunicarse, prevalece su capacidad, su liderazgo y su visión de Estado.

Por supuesto, ser mujer marca un sello histórico en el que, como ella afirma, “no llega sola, llegamos todas”, lo cual le imprime una mirada y una sensibilidad diferente, aunque está por encima su potencial y calidad como ser humano.

La paridad y equidad de género, más allá de un discurso o una ideología, es el reconocimiento a las capacidades que todos los seres humanos tenemos independientemente de ser mujeres u hombres, reconociendo nuestros derechos y sabiendo que somos complementarios e interdependientes. ¡Ya no más relaciones humanas de supra subordinación por género, ni de hombre a mujer ni a la inversa! 

Es justo aquello por lo que tanto luchó nuestra querida Ifigenia Martínez durante muchos años, antes de partir este fin de semana, como lo recordamos ayer en su homenaje póstumo en la Cámara de Diputados. Y son precisamente estas circunstancias las que presentan una gran oportunidad a Nuevo León de mostrarse a la altura de las circunstancias.

Nuestro estado pujante, líder, con una cultura única del trabajo y el esfuerzo, resiliente ante las condiciones geográficas y climatológicas, ejemplo nacional en muchos rubros, con una sociedad organizada y participativa, con medios de comunicación firmes y respetables, instituciones sólidas y gente de progreso, debemos demostrar una vez más ante la nueva época que sabemos cómo crecer y adaptarnos en cada momento de la historia.

Es tiempo de unidad y, desde el presente, construir el futuro; tiempo de reconciliación y crecimiento, de dejar atrás agendas personales e intereses individuales, para sumarnos todos a la nueva época de Nuevo León y de México, en la que nuestro estado debe seguir siendo líder.

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