Hoy el tema lo propusieron ustedes los lectores que también nos siguen en instagram en nuestra cuenta @familiaviva.mx. Y el tema ganador fue, el tan temido “Regreso a clases”, con todos los retos, presiones y prisas que lo envuelven.
Así que hice una breve investigación virtual en un chat de mamis, mis mejores amigas me ayudaron con ideas de aquellas actividades que más nos causan agobio y flojera a las mamás cuando pensamos en el regreso a clases.
Aquí van algunas ideas de este chat de mis amigas, todas en su 40’s y con un promedio de 3 hijos en edad escolar: Los chats de los colegios me dan mucha flojera, las filas de todo y tráfico a todas horas. El bombardeo otra vez de actividades extracurriculares, piñatas…quiero otra pandemia.
Los chats de flojera, todos los avisos de 1000 actividades y las filas de entrada y salida del colegio La levantada contra reloj, hacer loncheras, desayunos y correr. La supervisión de tareas, las compras de material que se encargan de un día para otro.
Yo ya quiero que manejen…que me lleven y me traigan. Las tareas que requieran de mi participación jajaja no tengo tiempo, es más no deberían hacer tareas, que sean libres y felices. Ya no es opción comer en las camionetas.
Si están haciendo eso... que se salgan de la clase.. no vale la pena. Que no vayan a ningún lado y jueguen afuera con lodo. ¿Te sientes identificado o identificada con mis amigas? Yo sí.
Tomemos en cuenta que estos comentarios fueron hechos en un ambiente de confianza y algunos dan risa (les pedí autorización para usarlos sin poner sus nombres). Pero la verdad es que en un mundo donde el ritmo de vida se acelera constantemente, la idea de comenzar el ciclo escolar sin presión ni prisas puede parecer una utopía.
Sin embargo, explorar la posibilidad de un regreso más relajado y equilibrado no sólo es necesario, sino que puede ofrecer beneficios significativos para el bienestar físico y emocional de todos los miembros de la familia.
El último comentario que no fue de queja fue de una amiga que no vive en Monterrey, ella vive en Estados Unidos con 4 hijos. Su comentario me puso a pensar. Ella escribió: A mí no me preocupa nada, yo sólo quiero que estén conmigo más tiempo, no quiero que regresen a clases.
Están creciendo demasiado rápido y los años escolares se están pasando volando. Eso es lo que me da más nostalgia. Entonces el tema pasó de la queja a la nostalgia. ¿Podríamos pensar que se vive con menos estrés en otras ciudades que en la ciudad de Monterrey?
Dejo esa pregunta como reflexión. Es normal quejarnos, ser padres no es fácil y si nosotros estamos tranquilos, nuestros hijos estarán tranquilos. No nos podemos despedir de esta columna sin dejar algunas sugerencias para experimentar un regreso a clases sin tantas prisas: Promover la participación de toda la familia en las actividades de la casa.
Es muy importante, para la convivencia y la vida en comunidad. Las mamás no somos súper heroínas, ni lo queremos ser. Ya no queremos luchar con uñas y dientes, valientes en nuestra casa ni en ningún otro lugar jajaja como la canción de Denise de Kalafe. Soltar el control, bajar los platos.
Si queremos promover esa participación activa de toda la familia, dejemos que se cometan errores en el proceso de aprendizaje, deja que hagan más tus hijos y tu esposo. Puede que se rompan algunos vasos, que el niño llegue un poco tarde alguna ocasión, pero es necesario soltar la perfección.
Podemos comenzar por bajar los platos a la altura de los niños para que puedan hacer cosas por ellos mismos. Hacer una junta de familia para revisar horarios, costos, agendas y ver si es humanamente posible lograr empatar todas las actividades de los hijos, la pareja, la familia y los horarios laborales.
Recordemos que este es el momento para crear recuerdos y vínculos con los que más queremos. Tenemos que arrebatarle a la agenda nuestro tiempo de familia, parece chiste, pero es verdad. No perdamos de vista que los que van a la escuela son nuestros hijos, dejemos tiempo para preguntarles en un ambiente relajado cómo se sienten, qué les causa temor, darles ese espacio, les puede ayudar a iniciar un ciclo más seguros.
Que sepan que cuentan con nosotros. Promover un código antibullying. Y aprovechando ese momento de plática, recordarles lo importante que es respetar a los compañeros, ser empáticos, invitar a jugar al que está solo, no burlarse de los demás y no hacer a ningún compañero lo que no nos gustaría que le hicieran a alguien de mi familia.
Todos queremos que nuestros hijos disfruten su proceso de aprendizaje. Si sólo tuviéramos seguro este ciclo escolar a lado de nuestros hijos ¿Cómo me gustaría vivirlo?.
La prisa allá afuera, las tareas y la exigencia, no se va a ir a ningún lado pero siempre podremos de vez en cuando llenar nuestros días de risas, juegos de mesa, tardes libres, cocinar juntos, siestas sin culpa, música en el coche, oración de la mañana, dar gracias por la noche, muchos abrazos, palabras bonitas, cuentos, cantar juntos, cosquillas para levantarlos, hot cakes de colores, notitas sorpresa en sus loncheras…y todo lo que te gustaría que hicieran por ti a la edad de tus hijos.
Gracias por leer, te deseo un regreso a clases sin tanto show, que llegue ligero y en paz. Te lo mereces porque haces mucho y eres suficiente. Te dejo un abrazo.