El salario mínimo aumentó un 12% con relación a su valor de 2024. Para el año 2025, pasa de $248.93 a $278.80 pesos diarios. Esto significa que, al mes, el salario será de $8,364 pesos, lo que representa un incremento sustantivo para los salarios más bajos del país.
En las zonas fronterizas, el salario mínimo pasa de $374.89 a $419.88 pesos diarios. Según el gobierno federal, este es un incremento superior al estimado para la inflación. Si algo se debe reconocer del sexenio pasado y el actual es la renivelación del salario mínimo, que durante los sexenios previos fue duramente castigado, tanto que su valor se convirtió en una burla.
Lo cuestionable es que este incremento se especifica sólo para el salario mínimo y no se generaliza a todos los salarios. Es decir, los empleadores no están obligados a incrementar, los llamados salarios medios y altos, con lo cual se produce un desequilibrio en la economía de las familias.
Existen salarios mínimos para algunos oficios, como albañilería, panadería, electricidad, zapatería, plomería, operarios de maquinaria pesada, entre otros. Estos también tuvieron su incremento, lo que incrementa el poder adquisitivo de esos sectores poblacionales y los acerca a los estándares de suficiencia para cubrir sus costos de vida.
El salario mínimo sigue siendo bajo para las actuales necesidades de una familia. Nadie cree en los indicadores donde se señala que una canasta básica alimentaria para una persona puede surtirse con $1,000 pesos, mucho menos que esa canasta alcance para un mes completo.
Una persona consume por mes, al menos, un kilo de tomate, cebolla, huevo y sus respectivas pastas de trigo, más dos kilos de arroz, otros de frijol, uno de aguacate, un litro de aceite, y otros tantos productos alimenticios y de higiene personal.
Esta canasta ya supera los cinco mil pesos al mes, sin incluir carnes ni otros productos no considerados como básicos. En tales condiciones de costo, $8,364 pesos son insuficientes para cubrir transporte, vivienda y servicios.
El salario mínimo es muy bajo e insuficiente, pero, sin duda, es mucho mejor al que teníamos hace siete años. Pero, ¿se paga ese salario en la informalidad o hay simulación? En las empresas constituidas, es lógico que se pague el mínimo e incluso por encima de este, pero ¿en la informalidad, en los trabajos no formales y en las pymes, se puede cubrir este costo? Los salarios de los empleados medios oscilan entre $10 y $20,000 pesos al mes. Me refiero a oficinistas, empleados de tiendas departamentales, docentes, burócratas, y algunas profesiones con poca experiencia o trabajo no muy especializado.
Las personas con ingresos medios requieren contratar, de forma fija o temporal, los servicios de quienes ganan el salario mínimo. ¿Alguien que gana $600 pesos diarios puede pagar $300 a un jardinero o albañil? NO.
Sin embargo, estos salarios siguen castigados, sin ser revisados desde el sexenio pasado, y su incremento queda a la buena voluntad de los empleadores. Hay un subempleo provocado por la falta de políticas públicas apropiadas que establezcan los incrementos salariales para los salarios medios.
Reflexionemos: ¿una persona con ingreso mensual de $18,000 pesos puede darse el lujo de pagar a una empleada doméstica de al menos $8,364 pesos? ¿El poder adquisitivo de las familias medias les permite costear los servicios de plomería, electricidad o albañilería? La respuesta es NO.
Hay simulación en el salario mínimo, y lo que el gobierno federal fomenta es mayor pobreza en las antiguas clases medias. Está logrando igualdad entre millones de mexicanos, pero una igualdad en pobreza y no en calidad de vida.