Tiempos cruciales
Sección Editorial
- Por: Luis Sampayo
- 11 Noviembre 2024, 00:10
Presidenta con “a” a Palacio Nacional y ahora definida la elección del nuevo Presidente con “e” de los Estados Unidos, sin duda el panorama y horizonte sobre el futuro económico, político y social de nuestro país luce un tanto incierto, puesto que se vivirán tiempos cruciales en las venideras definiciones del inmediato.
Es indudable que la relación de nuestra nación con el país del norte es importantísima para los mexicanos, ya que la estabilidad en muchos de los órdenes de la vida nacional depende del comportamiento que aplique el nuevo presidente con “e” en sus políticas diplomáticas hacia nuestro territorio.
Y es que ahora, en el inminente ejercicio real y efectivo que a la par ejercerán los respectivos gobiernos y sus gobernantes a partir del próximo 20 de enero, las prácticas negociadoras entre ambos vecinos serán fuera del marco mediático de los sorprendentes decires de campaña.
Es decir, lo que suceda a partir del 20 de enero de 2025 será auténtico, real y verdadero. El diálogo, la conciliación, los acuerdos y la negociación serán, al menos de parte del gobierno mexicano, cruciales para definir el futuro comercial, político y social del país que pretendemos seguir construyendo al lado de nuestro máximo y principal socio comercial y vecino fronterizo.
Los pronósticos, al menos de entrada, son alentadores tras las declaraciones de nuestra Presidenta con “a”, quien el pasado jueves le llamó al próximo Presidente con “e” para expresarle su felicitación por la designación electoral al cargo, destacando que en la plática ambos se expresaron positivamente en el sentido de que, partir de que asuma el cargo el Presidente con “e”, habrá una buena relación entre ambos países.
Y aunque sus expresiones incendiarias relacionadas con México y lanzadas en la época electoral norteamericana han quedado en el pasado, el próximo Presidente con “e”, lo sabemos, ha sido especialmente agresivo en sus comentarios sobre las problemáticas que padece su país con el tráfico de drogas y la llegada de migrantes, temas en los que particularmente responsabiliza al nuestro.
México debe enfrentar con sangre fría e inteligencia las amenazas de Donald Trump en su campaña, habría dicho el experimentado secretario de Economía, en relación al proceso de actualización que se avecina del Tratado Comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), y de lo cual destacó que hay que ir sin miedo. Sin embargo, no sería difícil pronosticar que el estudio, análisis y las negociaciones que arrojen ese proceso de actualización del T-MEC libren un camino totalmente independiente y comercialmente autónomo.
Si el tema es politizado al estilo incendiario del próximo Presidente con “e”, colocando simultáneamente sobre la mesa mediática los graves problemas del narcotráfico y el control de migrantes, males que padecen y que se le atribuyen a México, lo que podría provocar un efecto adverso y poco favorables en los procesos de negociación.
En este sentido, sin duda alguna debe existir durante el proceso una armoniosa negociación y colaboración conjunta para lograr los acuerdos que conquisten el éxito de “ganar-ganar” para todas las partes. Pero si estas son manchadas por otras problemáticas ajenas a las relaciones económicas y comerciales de los tres países, las cosas podrían complicarse para nuestro país.
Y aquí es donde se tendrá que dejar ver la sangre fría, la inteligencia, la firmeza y los objetivos claros en las negociaciones para defender a cabalidad los intereses comerciales y económicos de nuestro país, frente a los amagos y amenazas arancelarias del próximo Presidente con “e” en estos períodos de tiempos cruciales en que se definirá, sin lugar a dudas, el futuro económico, político y social de nuestro país.
Por hoy es todo. Medite lo que le platico, estimado lector, esperando que este nuevo amanecer se traduzca en un reflexivo día. Por favor, cuídese y ame a los suyos. Me despido honrando la memoria de mi querido hermano Joel Sampayo Climaco, con sus hermosas palabras: “Tengan la bondad de ser felices”. Nos leemos, Dios mediante, aquí el próximo lunes.
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