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Opinión

Elecciones amañadas, 1963. Primera parte

Pensando en La gente

En la contienda electoral del 1 de diciembre de 1963 únicamente el PRI presentó planillas para los 51 municipios. El PAN solo participó en Monterrey y San Pedro Garza García. A pesar de que el partido del gobierno contaba con una estructura política capaz de derrotar limpiamente a sus opositores, volvió a retomar la vieja lección de manipular el padrón electoral, abultar las urnas y presionar a los militantes panistas. Para esta elección los tricolores van a postular a un empresario y a dejar que la CTM vuelva a retomar las riendas del proceso municipal. Veámoslo a continuación.

A principios de junio de 1963, el comité local del PAN de Monterrey comenzó a prepararse para las elecciones municipales a través de un curso dirigido a los militantes: “Curso intensivo a dirigentes de Acción Nacional. Conferencias sobre ideario del Partido”. A la inauguración asistió Adolfo Christlieb Ibarrola, uno de los líderes nacionales del PAN. Se hicieron exposiciones que fueron impartidas por Pedro Reyes Velázquez, Leonardo González, Francisco Calvi, Manuel Ponce González y Jesús F. Carlos. Las temáticas de las charlas tuvieron como tema el origen del PAN y su fundación en 1939, el ideario político, los principios morales depositados en su fundación y el desarrollo del partido.

El 17 de septiembre, la dirigencia estatal panista emitió una convocatoria, en la cual invita a sus afiliados y a los ciudadanos en general a la asamblea municipal, a celebrarse el 17 de octubre en los salones Aragón, donde se resolvería la participación de Acción Nacional en las elecciones municipales, así como definir el programa de gobierno municipal y la elección de una planilla. El 23 de septiembre, el Dr.

Juventino Villarreal Muñoz fue elegido precandidato a la alcaldía de Monterrey; en la asamblea se ratificó su designación conformando la planilla de quienes integrarían el ayuntamiento. Durante su toma de protesta pronunció un vibrante discurso, señaló: “no tengo otros compromisos que el de servir a mi comunidad y a mi Patria, no represento como candidato a la Presidencia Municipal de Monterrey, sino a todos aquellos que creen en la necesidad de limpieza en la lucha política y en la obligada participación de la ciudadanía como único camino para garantizar autoridades emanadas del pueblo, por el pueblo y para el pueblo (…) Porque tengo también la convicción de que el pueblo de Monterrey desea, quiere firmemente y sabrá luchar por la renovación de nuestros viciados sistemas políticos, por la exigencia de un absoluto respeto al ejercicio libre del acto de gobierno que cumple el ciudadano cuando deposita su voto electoral y porque sé que el pueblo entero de Monterrey anhela la esperanza de que su comunidad sea servida no sólo por sus mejores ciudadanos, sino por aquellos a quienes ella misma haya escogido y designado libremente”.

Nacido en Lampazos, N.L., el 4 de marzo de 1909, hizo sus estudios primarios en Monterrey, perteneció a la generación 1922-1927 del Colegio Civil en 1934 y se graduó de médico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nuevo León. Ocupó la presidencia de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Monterrey e impartió cátedras en su facultad de egreso. Perteneció a diversas asociaciones católicas, fue miembro fundador del PAN y fue candidato a alcalde suplente, senador suplente y diputado federal en la ciudad de Monterrey.

El 27 de septiembre, el PRI anunció que Abiel Treviño Martínez sería su precandidato a la presidencia municipal de Monterrey. La postulación fue realizada por la CTM, propuesta que de inmediato fue respaldada por los electricistas, rieleros, mineros y burócratas. Según la central obrera, Treviño era un empresario exitoso y de respetable trayectoria civil. Había nacido en Monterrey el 7 de febrero de 1909, hijo único del matrimonio formado por José Treviño y Abigail Martínez de Treviño. Su padre fue regidor del Ayuntamiento de Monterrey y posteriormente diputado local constituyente. Su educación básica la realizó en esta ciudad, después estuvo dos años en el Colegio Civil del Estado y continuó sus estudios en el High School de San Marcos, Texas, y en 1928 ingresó a la Universidad de Pennsylvania, EUA. Aunque al poco tiempo abandonó sus estudios debido a la muerte de su padre, viéndose en la necesidad de auxiliar a su madre. A partir de entonces, se comenzó a abrir camino en el mundo de los negocios al frente de una agencia de automóviles que dejó su padre al morir. Durante 25 años fue gerente general de las tiendas “Salinas y Rocha”. Además, ocupó un cargo como primer vocal de la Comisión Ejecutiva del Patronato Universitario,  participó como jefe de finanzas en la primera campaña del licenciado Eduardo Livas Villarreal a la gubernatura del Estado y fue proveedor del gobierno del Estado cuando éste fue gobernador. Fue miembro activo de la Masonería nuevoleonesa, del Comité de Becas del Instituto Mexicano Norteamericanos de Relaciones Culturales y socio activo del Círculo Mercantil Mutualista.

De sus propósitos, al ser elegido como precandidato, externó: “Hasta ahora se ha despertado una corriente política principalmente de organismos obreros que me favorece con su opinión para ser precandidato, indudablemente que si resulto nominado tendré que imponerme un programa de gobierno municipal que en todo momento estaré dispuesto a cumplir”. En la primera entrevista que dio a los medios señaló que realizaría una rápida campaña en los sindicatos de la CTM y haría un reagrupamiento de los grupos revolucionarios. Indicó que en todo momento su propósito central era servir a la ciudad; destacó su experiencia de trabajo en la iniciativa privada por muchos años y haber sido proveedor del gobierno estatal. Dijo que la ciudad tenía muchas carencias y era importante analizar el crecimiento demográfico y retomar los problemas que afrontaba. Con el paso de los días, 68 organismos dieron su voto a Abiel Treviño y lo impulsaron para seguir adelante con su campaña política. Lo mismo sucedió en las uniones de colonos, la sección 19 de rieleros, los telefonistas y los miembros del Sindicato Nacional de Automóviles y Transportes. También recibió respaldo unánime en la Convención Municipal por parte del sector obrero, popular y campesino. El 27 de octubre en un evento fastuoso, celebrado en el Teatro Florida, es elegido candidato para la alcaldía regia. 

Todo estaba dispuesto para que se llevaran a cabo unas elecciones competitivas donde lo más importante era organizar elecciones limpias, respetando la voluntad de la gente.

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