¿Se está preparando un golpe blando contra el gobierno de Nuevo León?

Al gobierno del Estado le quieren aplicar un golpe blando. ¿Qué significa eso? Te lo explico muy fácilmente. 

Cuando un grupo contrario al bando que gobierna construye un escenario de incertidumbre y ataque para desestabilizar el orden público, está cometiendo un golpe blando.

Cuando se emprende una “guerra híbrida”, es decir, una embestida desde diferentes flancos mediáticos, legislativos, punitivos, etcétera, para vulnerar la gobernabilidad de una zona —en este caso, Nuevo León—, se está cometiendo un golpe blando. 

Cuando se organizan manifestaciones de protesta con camiones de acarreados para vulnerar el Palacio de Gobierno, se está cometiendo un golpe blando. 

Cuando ciertas autoridades públicas municipales no tienen empacho en incrementar el cobro del predial, pero al mismo tiempo patrocinan a agitadores profesionales para atizar la ira pública contra los gobernantes estatales, se está cometiendo un golpe blando. 

Cuando se paga publicidad en redes sociales con dinero del erario municipal para intentar alebrestar a la opinión pública contra una medida que ni siquiera se ha implementado, se está cometiendo un golpe blando. 

¿Y cuál es el problema de que se cometa un golpe blando? Que las circunstancias geopolíticas están subiendo de tono, el vecino del norte ya amaga con intervencionismo en nuestro país, y ya se maneja en corrillos políticos la palabra “invasión”. Así que lo que menos nos conviene a los nuevoleoneses es alentar un golpe blando en contra del Ejecutivo Estatal. 

Podemos indignarnos con justa o injusta razón contra la autoridad estatal o nacional; es un derecho de todos los ciudadanos e incluso es una obligación moral hacerlo. Pero lo que no podemos alentar es que, por rivalidades eminentemente políticas, de grupos facciosos, se descomponga la gobernabilidad en nuestro entorno social inmediato. Va de por medio la vida y la seguridad de nuestras familias. 

Realmente estamos a un paso de sufrir un peligro mayúsculo con las amenazas del próximo inquilino de la Casa Blanca. Cerremos filas como patriotas y sigamos criticando como demócratas, pero sin prender fuegos ni quemar el granero de donde nos abastecemos todos. 

En estas condiciones excepcionales, a partir de que Trump tome las riendas del gobierno norteamericano el próximo 20 de enero, los golpes blandos locales son traición a la patria y traición a Nuevo León. 

¿Queda claro, Chale y Chefo?