El 28 de noviembre se celebra el Día de acción de Gracias, una festividad dedicada a la gratitud que se ha ido extendiendo en muchas partes del mundo, con el fin de recordarnos la importancia de agradecer todo lo que tenemos.
Cultivar el agradecimiento en nuestras vidas es necesario en un mundo tan lleno de prisa y distracciones. El concepto de agradecer se encuentra en muchas culturas y tradiciones, pero hoy, más que nunca, se está reconociendo como una poderosa herramienta para aumentar nuestro bienestar emocional.
Este fin de semana pasado, los días 23 y 24, tuve el privilegio de asistir junto a mi esposo al Congreso Hope Circuit, un evento centrado en la psicología positiva, donde participó el Dr. Martín Seligman, uno de los psicólogos más influyentes del mundo.
Seligman, conocido por ser uno de los fundadores de la psicología positiva, se ha dedicado a estudiar los aspectos que nos permiten llevar una vida más plena y feliz. Sus investigaciones han demostrado que no se trata solo de eliminar las dificultades, sino de potenciar nuestras fortalezas y virtudes.
La psicología positiva se sustenta en varios pilares clave: el optimismo, la resiliencia, el sentido de la vida, las relaciones positivas y, por supuesto, la gratitud. De hecho, se ha demostrado que las personas que practican la gratitud, son un 25% más felices que aquellas que no lo hacen.
Esta estadística nos invita a reflexionar sobre lo fácil que es cultivar este hábito y cómo puede transformar nuestra perspectiva de la vida. Al enfocarnos en lo que tenemos y no en lo que nos falta, somos capaces de ver los pequeños milagros que nos rodean, esos momentos que, aunque sencillos, tienen un valor increíble.
Hoy, por ejemplo, doy gracias por algo muy especial: mi hija María José, quien celebra su cumpleaños. Damos gracias por su vida. Celebremos esos momentos de amor y alegría, de risas y abrazos; son regalos que no siempre valoramos.
La gratitud nos invita a detenernos y reconocer lo que a menudo damos por sentado, como un amanecer, el abrazo de un ser querido, la sonrisa de un niño o la belleza de una flor. Son esas pequeñas cosas las que componen los grandes milagros de la vida. Aprovechemos este Día de Acción de Gracias para hacer el ejercicio de agradecer lo obvio, lo simple, lo que está justo frente a nosotros.
Agradecer nos hace más felices y, al compartirlo, hacemos felices a los demás. Hoy, al practicar la gratitud, no solo enriquecemos nuestras vidas, sino que también damos un paso hacia un mundo más positivo y lleno de esperanza. Escríbeme a mi correo: familiaviva@marysolflores.com o síguenos en redes sociales como: @familiaviva.mx.