Esta semana, en nuestra ciudad, sucedió un acto que, en principio, parece ser de discriminación, el cual fue dado a conocer públicamente por la propia víctima, quien, a través de un video, expresó su dolor por haber sido tratada de manera discriminatoria por personal de un establecimiento turístico.
El hecho se refiere al Hotel Safi, ubicado en el centro, sobre la avenida José María Pino Suárez, muy cerca de la Alameda. Además, en el video se alcanzan a ver imágenes del negocio.
En el video, la mujer, que es débil visual o ciega, se duele de que el establecimiento no le permitió ingresar a un evento al que había sido invitada por su trabajo. Al intentar entrar acompañada de su perro de asistencia, se le negó el acceso. Ella argumentó su derecho y reclamó ser objeto de discriminación, dando incluso el fundamento legal que le asiste tanto de la Profeco como de la ley que protege a las personas con discapacidad. Además, mostró la certificación de su perro de asistencia, pero ni así logró su propósito.
Tiempo después, la empresa rectificó su proceder, le restituyó su derecho y le permitió entrar al comedor del mencionado hotel. Esta es mi conclusión personal, basada en las imágenes que circularon en muchos chats, donde también se expresaron múltiples puntos de vista y opiniones muy variadas. Al respecto, me permito poner a su consideración lo siguiente:
Hay derechos que tenemos las personas y que, a veces, no usamos porque nos encontramos en el supuesto que la legislación considera para que, quienes tienen una discapacidad, puedan ser asistidos por un perro de asistencia. Puede haber personas que, por desinformación, no conozcan esos derechos, pero aquí aplica la premisa de que “el desconocimiento de la ley no exime su cumplimiento”. Así que, nos guste o no, la ley debe cumplirse, y debemos instruir a los empleados que están al frente de los negocios, como en el caso de hoteles y restaurantes, sobre estos derechos, para que sean respetados.
Cuando no se cumple con ese respeto, se expone a que las autoridades en materia de protección al consumidor, como entiendo que ya ocurrió, intervengan. También la Comisión Estatal de Derechos Humanos debe conocer este tema, así como el organismo encargado de la lucha contra la discriminación, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).
El CONAPRED es un órgano del Estado que fue creado en 2003 por la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (LFPED). En alguno de los múltiples chats, me encontré quejas de personas que se sienten mal con la presencia de mascotas y tienen fobia a los animales, o en particular a los perros. A ellos les puedo decir que es más fácil adaptarse en un tema de fobia que en un tema de discapacidad. Además, no es lo mismo una mascota, que puede ser de muchos tipos, que un perro de asistencia.
Hasta el día de hoy, no veo que en ningún lado se haya elevado a derecho el estar en un lugar libre de fobias, o ya no sé cómo deba catalogarse. En todo caso, quizá se deba legislar en ese sentido y que quienes sufran de estas fobias estén debidamente identificados y documentados, para que, una vez que se alcance esa consideración como derecho, puedan ser atendidos con las consideraciones pertinentes a su padecimiento.
Este caso, para mí, deja un aprendizaje muy importante: vivimos en una sociedad en la que convivimos con otras personas que tienen diferentes necesidades, y debemos aprender a tolerarnos, aceptarnos y facilitarnos la vida, sin importar la condición social, económica, religiosa, el color de piel, las preferencias sexuales o la ideología política; si es tigre, rayado o le va al América.
La tolerancia en la convivencia va acompañada de respeto a la persona, a las costumbres, a no dañar a otros de ninguna manera, aceptando que tenemos variedad. Y si decimos que estamos en una sociedad incluyente, eso significa que nadie se quede afuera, como estaba ocurriendo.
Para la empresa hotelera, se desató una crisis de imagen pública motivada por un criterio erróneo, mal escrito como su política, la cual provocó el desprecio social y, seguramente, tendrá consecuencias que se pudieron haber evitado.
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