Cómo eliminar las voces negativas que te desorientan y no te dejan avanzar.
Es importante descubrir que estamos divididos en tres tipos de personas: La que desea escuchar su voz interna porque se le ha olvidado. La que prefiere no oír más su voz interna porque lleva años torturándole. Y la persona deseosa de encontrar una voz que nunca antes ha escuchado.
Cada vez que te juzgas, te unes a todos los abusadores de tu vida. Comulgas con la idea. Te rendiste. Les estás diciendo: “Tienen razón”.
En la recuperación de nuestros bloqueos creativos, es necesario que vayamos despacio y generosamente, pues lo que estamos haciendo es sanar heridas antiguas y evitando crear nuevas. Por eso es importante que nos enfoquemos en el progreso que vamos teniendo y no en la perfección.
Algo muy tentador es el deseo de que la magia suceda rápido para ser extraordinarios de inmediato. Sin embargo, el proceso de recuperarnos no funciona así. Lo más importante ya lo hiciste, bienvenido, estás aquí. Debes rendirte.
Ahora hay que dar el salto de fe y llevar a cabo el acto consciente. De hecho, nos sentiremos raros y en ocasiones, hasta avergonzados dentro del proceso. Habrá momentos en que no nos sentiremos bien ni con nosotros, ni con los demás.
Y habrá otros en los que encontrarás asombro y entusiasmo por lo que estás haciendo. Así que al principio tendremos que dejar de exigirnos, pues es imposible tratar de mejorar y verse bien al mismo tiempo.
Para recuperarnos como personas creativas y con proyectos en mente, tenemos que estar dispuestos a ser malos artistas, primero. Al aceptarlo, recibiremos los beneficios de ser más receptivos al arte de la creación en general.
Lo viviremos con un mayor placer y esto hará que tengas el deseo de invertir energía en este espacio de tu vida. Con ello, tu propio arte se desenvolverá y fluirá cada vez con más fuerza.
Muchas veces cuando estamos bloqueados en un área de nuestra vida, es porque nos sentimos más seguros de esa forma que se convierte en nuestra zona de confort. Tal vez no estemos contentos, pero por lo menos sabemos por qué somos infelices. Por definición, la creatividad pide que te salgas de tu zona de confort. Eso da miedo.
Cuando entramos a esta dimensión incierta, las preguntas nos acechan, pues tenemos creencias negativas que desvirtúan nuestra noción de lo que podría pasar si nos rendimos al proceso creativo y exploramos nuestro mundo artístico a profundidad.
Algunas preguntas pueden ser: ¿Si soy completamente creativo, esto qué va a significar en mi vida?, ¿qué va a pasar conmigo y con los demás?
En vez de angustiarnos con preguntas respecto a un futuro desconocido y aterrador y descubrir en realidad de qué se trata, decidimos, entonces, permanecer bloqueados. Esta actitud tiene que ver con una respuesta inconsciente hacia las creencias negativas que se han interiorizado.
Por esto, lanzarse a explorar el mundo de nuestras voces a profundidad, nos permitirá encontrar esa seguridad creativa que estamos añorando.