¿Quieres saber la verdad sobre la instalación de la planta de Tesla en Nuevo León?

Hace años se instaló una empresa gigante en Nuevo León. La autoridad pública especuló con esos terrenos, la licitación fue muy opaca, se otorgaron incentivos en la raya de la ilegalidad por más del 13% del equivalente a la inversión privada. 

Se cometieron evidentes actos de corrupción. Y casi toda la opinión pública calló.

Ahora, se instalará una gigafactory en el oriente del estado, donde faltaba mucha movilidad (accesos, rampas, puentes superiores); el gobierno estatal ha acordado legalmente un tope a los incentivos por no más de 3% de la inversión; se formó un comité entre Tesla y el gobierno de Samuel García, con información transparente, abierta al público, y un incremento de la inversión privada a lo contemplado inicialmente, sin que se mueva el techo de incentivos de 3 por ciento. 

Es más, se dice que no serán 4,000 empleos directos los que se crearán aquí por parte de Tesla, como se afirmó en un principio, sino 20,000 (no hay un solo antecedente de instalaciones de plantas de Tesla que no hayan al menos triplicado el número estimado de empleos directos). 

Sin embargo, en el caso de Tesla en Nuevo León han arreciado las críticas de buena y mala fe contra este proyecto monumental.

Una simple frase mal traducida al español de Elon Musk y ya estaban los críticos de mala fe alegando que la instalación de esta planta era un fraude, una fake new, un simulacro.
La realidad es que el agua que utilizará Tesla en su planta de Santa Catarina será agua residual tratada. 

La realidad es que detonará una región (la del oriente del estado) históricamente abandonada y deprimida. 

La realidad es que Tesla cambiará para muy bien la economía regional y la urbanización de esa zona agreste. 

La realidad es que entre los nuevoleoneses hay gente que prefiere ver hundirse un proyecto de esta magnitud, antes de que sea el gobierno estatal quien se lleve el reconocimiento y las palmas bien merecidas por esta inversión multimillonaria. 
¡Al diablo con esos críticos! 

La mayoría de ellos es la misma banda de parásitos que por décadas chuparon de la ubre del gobierno de Nuevo León. 

Por lo visto esos parásitos nunca escarmentaron.