Carlos de la Fuente, coordinador de la bancada del PAN en el Congreso del Estado, exige modificar la ley para sancionar a los alcaldes que no aumenten el predial. Es decir, darles un severo escarmiento.
¿Es justo sancionar a los alcaldes que proponen otras formas de conseguir recursos para sus municipios? No. Sería una medida represiva, totalmente injusta, desproporcionada e insensible, tanto con el alcalde como con los vecinos de su municipio.
A muchos nos parece más sensatas las propuestas de Andrés Mijes, el alcalde de Escobedo. Mijes me habló ayer para exponerme su posición como edil. Dice que él sí aumentará el predial, pero para la industria y comercio, no para zonas habitacionales. “¿Y por qué asumes ese criterio?” le pregunto a Mijes, y el alcalde se explayó: “Porque para mí, el predial es el impuesto progresivo más justo que hay en México; paga menos quien menos tiene, y paga más el que más tiene”.
Es precisamente a lo que se refiere John Rawls en su libro Teoría de la justicia. El predial, remata Mijes, “es el impuesto que mejor distribuye la prosperidad”.
La posición del alcalde de Escobedo es contraria a la opinión de Carlos de la Fuente. Son dos formas opuestas de resolver un mismo problema. ¿Cuál de los dos tiene la razón? Para mí, Andrés Mijes. No es casualidad que en Escobedo el 20% de ese impuesto genere el 80 % del ingreso municipal, ni que en los últimos tres años se haya recaudado 90% más de predial.
¿Cómo se traduce esto en dinero? Duplicando el presupuesto municipal, que pasó de $1,300 millones de pesos en 2021 a $3,000 millones de pesos en 2024.
¿Pero para qué se usa ese recurso que capta el municipio?
Ese es el cuestionamiento del que debería partir Carlos de la Fuente. De inicio, no debe buscarse cómo exprimir inmisericordemente al ciudadano, ni cómo castigar a los alcaldes que no los expriman, sino explicarle a la gente en qué se usará ese dinero público.
En el caso de Escobedo, Mijes dice que con ese ingreso compra patrullas que vigilan las colonias populares y residenciales, que así se paga el servicio de basura, entre otros servicios vitales.
¿Qué será mejor, una política punitiva que castigue a los alcaldes cuadrados, sin imaginación ni sensibilidad social, o la política pública como la de Mijes, que incentive la inversión; que otorgue el permiso de construcción en 3 días, que digitalice los trámites de desarrollo urbano y microzonifique la zona industrial, garantizando la inversión de los empresarios?
¿Y tú, de qué lado te pones, de la posición sancionadora de Carlos de la Fuente o de las políticas públicas imaginativas de Andrés Mijes?