La herbolaria y prevención, son herramientas esenciales en el combate del padecimiento.
Según estadísticas, a partir de los 40 años el hombre puede tener problemas prostáticos; a los 50 años más de la mitad presentan síntomas, y por encima de los 80 años, dichos problemas afectan al 90%. En México cada año se detectan más de 25,000 casos de cáncer de próstata.
Un total de 7 de cada 10 pacientes, solicitan atención médica en etapas muy avanzadas de la enfermedad, cuando existen pocas posibilidades de curación. La mitad de estos pacientes no se atienden a tiempo porque desconocen los síntomas de la enfermedad.
Algunos de los síntomas que se presentan con la inflamación de la próstata son: Dolor o sensación de ardor al orinar, dificultad con la micción (como goteo o vacilación urinaria), micción frecuente (en especial a la noche), necesidad urgente de orinar, dolor en el abdomen, la ingle o la región lumbar. Si tienes alguno de estos síntomas es importante realizarte un examen médico.
La prevención siempre será tu mejor opción. Uno de los alimentos más estudiados como coadyuvantes en la protección de la próstata son las pepitas de calabaza. Así es, nuestras humildes pepitas de calabaza contienen fitosteroles (un tipo de grasas vegetales), que no solo previenen la inflamación y el cáncer de próstata, sino que ayudan a desinflamar una próstata ya afectada.
Consumir 10 gramos de pepitas de calabaza sin sal al día puede ser un delicioso preventivo, aunque también puedes conseguir el extracto de pepita de calabaza.
De los tratamientos herbolarios con mayor éxito se encuentra una pequeña palma nativa de Florida, el Sabal o palmito enano (Serenoa repens) mejor conocido por su nombre en inglés “saw palmeto”.
El fruto del Sabal tiene una indicación precisa para la hiperplasia benigna de próstata (HBP) pero recientes reportes han indicado su utilidad también en prostatitis crónica y como un inhibidor de cáncer de próstata.
La eficacia de los frutos de Sabal en el tratamiento sintomático de la hiperplasia benigna de próstata, ha sido demostrada en diversos ensayos clínicos. Los resultados muestran que el extracto del fruto de Sabal presenta una eficacia equivalente a la Finasterida y es mejor tolerado que ésta. De hecho, se ha corroborado una mayor disminución del volumen prostático cuando se utilizan juntos.
Los licopenos, un grupo de carotenoides encontradas en los vegetales de color rojo, también ayudan a prevenir de manera importante la inflamación y el cáncer de la próstata.
El licopeno es el carotenoide predominante en la composición de los tejidos humanos, concentrándose especialmente en la próstata, lo que podría explicar su fuerte acción preventiva en la aparición de cáncer de próstata.
La principal fuente de licopenos es el tomate y sus derivados. Debido a la solubilidad de los licopenos en aceite, las salsas de tomate o los jugos concentrados dan una mayor aportación de los mismos.