El PRIAN en Nuevo León es como el cacique Pedro Páramo: “un rencor vivo”. Cuando su capataz, Fulgor Sedano, va a rendirle cuentas a su hacienda, Pedro Páramo lo ataja: “No me digas cuánto debemos, sino a quién”.
¿A quién le debe realmente las líneas del Metro el PRIAN? ¿A Samuel García o a Nuevo León? Por supuesto, al pueblo nuevoleonés, pero, con tal de cobrársela a Samuel García, el PRIAN quiere dejarnos sin líneas del Metro y sin movilidad en el pueblo de Nuevo León.
Te doy contexto. Como parte de las negociaciones para aprobar el Paquete Fiscal 2025, los diputados locales del PRI y del PAN le exigieron al gobierno estatal que les entregara una USB con los proyectos ejecutivos de las obras en curso.
Así se hizo, en tiempo y forma. Sin embargo, según el propio PRIAN, la USB no tenía más archivos que un resumen ejecutivo de los proyectos.
Miente el PRIAN. Mienten los diputados locales del PRI y del PAN. Mienten los caciques del viejo régimen. Mienten los oligarcas políticos de siempre.
El viernes pasado, el Ejecutivo estatal entregó los documentos solicitados: más de 60,000 archivos técnicos, con planos de construcción, memorias de cálculos, estudios topográficos, de geotecnia y mecánica de suelos, que han sido el resultado de infinidad de horas de trabajo de especialistas en el ramo.
¿Por qué, entonces, dice el PRIAN que el gobierno estatal no les entregó estos documentos?
Porque así seguirán posponiendo el financiamiento de estas obras prioritarias. Al PRIAN no le conviene resolver los problemas urbanos.
Si el PRIAN ya tiene los proyectos con las especificaciones, tramo a tramo, de construcción de las líneas 4 y 6, es indigno decir que no se las entregaron.
Me dicen que, para reforzar la entrega, el gobierno estatal dará oficialmente a cada diputado local una USB con la misma información correspondiente. ¿Era necesario llegar a tanto?
Al final de la novela Pedro Páramo, el cacique se va desmoronando “como si fuera un montón de piedras”. Mientras tanto, se llevó de encuentro a todo el pueblo. Pero si el PRIAN es Pedro Páramo, y se va desmoronado como un montón de piedras, Nuevo León no es Comala. Nadie gana con el rencor vivo.