Se dice que Nuevo León es uno de los estados con más riesgo en México si Donald Trump insiste en imponer aranceles a México.
Se equivocan. Nos quieren meter miedo. En realidad, lo que más exporta Nuevo León a EUA son autopartes de vehículos. Y esos, te garantizo, nunca entrarán en la lista de productos y artículos marcados con aranceles.
¿Por qué? Muy simple: la cadena de producción de un vehículo entra y sale de México varias veces. En Nuevo León le montamos unas partes y en EUA le montan otras. Para eso se inventaron los bloques económicos regionales, que es lo que bárbaramente quiere destruir Trump, generando una inflación altísima para su país. ¿En cuánto se incrementaría el precio de una camioneta Ford, por ejemplo, en el mercado norteamericano si cada vez que entra a EUA para ponerle una autoparte más, le cobraran el arancel correspondiente?
Además, te doy un dato peor para el gobierno de Trump. Si se impusieran aranceles a los productos que envían las ensambladoras de vehículos en Nuevo León, los únicos que sacarían ventaja serían los vehículos que se fabrican en países como Indonesia. ¿Y quién les maquila a Indonesia sus vehículos de exportación? China. Dicho de otro modo, los chinos nunca pierden, y cuando pierden, arrebatan.
Un consumidor gringo podrá prescindir del aguacate mexicano (lo sustituirá con aguacate de Perú), o del jitomate mexicano (lo sustituirá con jitomate colombiano), pero no podría tolerar que una camioneta Lobo le salga 30% más cara por culpa de Donald Trump. Jamás se lo perdonarían.
¿Entonces es una locura que Trump amenace un día con aranceles y otro día los posponga para el mes siguiente? No, no es una locura.
Dice Shakespeare en su obra de teatro “Hamlet”: “ese hombre está loco, sí, pero su locura tiene método”.
Donald Trump podrá estar loco, pero su locura tiene método. Es decir, busca cumplir una meta. ¿Cuál es? Evidentemente, desincentivar las futuras inversiones de ensambladoras de vehículos en países como México y en estados como Nuevo León, sembrando incertidumbre.
La incertidumbre lleva al miedo, y el miedo lleva a salirse, tarde o temprano, de la zona incierta o peligrosa.
Aunque no se aplicaran nunca los aranceles a los vehículos que ensamblamos en Nuevo León, si no nos diversificamos regionalmente, a largo plazo dejará de llegar a tierras regiomontanas inversión extranjera directa.
Son tales los riesgos para la economía de Nuevo León, de tal dimensión los cambios y las amenazas que vendrán, que ya no tenemos tiempo para adaptarnos; ahora hay que anticiparnos. Si no nos anticipamos, perderemos el futuro en Nuevo León.
Cuidado con esto.