Un alto directivo empresarial, relacionado con el grupo Volvo y Mack, me explica que, en el marco de la reciente reunión del “CEO Dialogue” en Palacio Nacional, conformado por directivos tanto del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) como de la Cámara de Comercio de EUA, la presidenta Claudia Sheinbaum les dio en privado una primicia a un grupo de capitanes de empresa en Nuevo León.
La mandataria les aseguró que en la próxima Reunión Anual de Industriales 2024, convocada por la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) a celebrarse el próximo lunes y martes en Cintermex, soltará una gran noticia para nuestro estado.
El adelanto hace sentido porque a la Presidenta le fue muy bien con los votantes nuevoleoneses, y el único funcionario de Nuevo León que ha recibido personalmente varias veces es a Samuel García, deferencia que tiene con muy pocos gobernadores.
¿Pero a dónde puede apuntar este misil informativo? Pues bien, antes te doy contexto: el actual gobierno estatal ha traído $4,800 millones de dólares en inversión extranjera directa sólo en lo que va de 2024.
Esta cifra se traduce en casi 65 mil nuevos empleos directos, sin contar los empleos indirectos. Dicho de otro modo, las oportunidades de empleo en Nuevo León están prácticamente cubiertas y con buena redistribución del ingreso.
Pero más allá de este abono sustancial al bienestar de nuestras familias, campea cierta inquietud en los sectores productivos locales porque, en caso de ganar la Casa Blanca, el próximo 5 de noviembre, el republicano Donald Trump ha amenazado con la imposición de aranceles que superen el 200% a vehículos procedentes de México (lo anunció el 13 de octubre a Fox News) en el nicho de la relocalización del que Nuevo León es puntero en América Latina gracias a nuestro ecosistema altamente competitivo.
Esta amenaza directa a la renegociación del T-MEC en 2026 ha llevado a Samuel a pisar el acelerador en la promoción de Nuevo León para que se instalen aquí más empresas extranjeras de primera línea. Y es que, contra lo que muchos suponen, si no se opera una política intensa de promoción global, no se aprovechará el nearshoring en un estado o en un municipio (no es casualidad, por ejemplo, que, en Juárez, Nuevo León, no exista ninguna empresa extranjera instalada, lo que implica un gran reto para el nuevo alcalde Félix Arratia).
Si bien es verdad que del dicho al hecho trumpiano hay mucho trecho, lo cierto es que incrementar demencialmente los aranceles a bienes mexicanos redundará en graves desequilibrios financieros para EUA, ya que sufrirá una escalada inflacionaria sin precedentes, y se interrumpirán los acuerdos con el principal socio comercial de EUA al que exporta el 90% de su producción: es decir, México. Por la frontera México-EUA pasan $1,200 millones de dólares diarios, así que, más que competir entre nosotros, nos complementamos como una potencia regional.
Esto lo tiene bien sopesado, con sus aristas punzantes, el equipo del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y un grupo de notables negociadores que se sumarán a las complejas negociaciones del T-MEC, como es el caso del nuevoleonés Carlos H. Suárez, uno de los mayores expertos en política industrial y comercial que tenemos en México y quien ayer fue nombrado secretario técnico de la Comisión de Seguimiento del T-MEC del Senado de la República.
En relación con este contexto empresarial y a la digitalización mediante IA de los trámites gubernamentales en el ramo industrial (con lo que se intenta acabar con la corrupción flagrante en estos procesos), son las buenas nuevas que nos dará la presidenta Sheinbaum en su próxima visita a Nuevo León.