Opinión

¿Por qué desistió Samuel García de la reforma fiscal a cambio de consensuar el Presupuesto 2025?

Sección Editorial

  • Por: Eloy Garza
  • 13 Diciembre 2024, 01:40

Ayer, el gobernador Samuel García presentó el desistimiento de las iniciativas de reforma a la Ley de Hacienda del Estado y el Código Fiscal. 

Esta legislación no implicaba ningún tipo de “terrorismo fiscal”, como exageradamente señalaron algunos diputados locales del PRIAN. Tampoco se trataba, como expresaron algunos legisladores del Congreso del Estado, de una “victoria del pueblo de Nuevo León”. 

Y no era “terrorismo fiscal”, porque no pretendía aumentar ni crear ningún impuesto; no se incrementaban las tasas impositivas; no se añadía más carga tributaria a los nuevoleoneses. 

Mienten Heriberto Treviño, coordinador de la bancada del PRI, y Carlos Garza, coordinador de la bancada del PAN, cuando afirman que avalar esa iniciativa significaba otorgar facultades extras al Estado para “clausurar, perseguir y auditar a los dueños de negocios con una simple denuncia anónima, lo que implica un atentado contra las cámaras empresariales”. Las cámaras empresariales han dicho que estas falacias del PRIAN se caen por su propio peso. Es decir, categóricamente, eran fake news. 

De manera que, con las iniciativas de reforma a la Ley de Hacienda del Estado y el Código Fiscal, se trataba de homologar la legislación local a la federal. Todas las leyes estatales tienen que homologarse a las facultades de la Secretaría de Hacienda a nivel federal. Así de simple. 

¿Por qué, entonces, según los panistas, tumbar o desistirse de presentar estas iniciativas representaba una victoria del pueblo? Demagogia pura del PRIAN. 

La victoria del pueblo sería tener un Presupuesto 2025 que aportara recursos para programas sociales, para mantener los servicios de atención médica con cobertura universal, como no lo tiene ninguna otra entidad en el país. Victoria del pueblo sería contar con un Presupuesto 2025 para mantener casi en ceros el índice de desempleo y seguir a la baja con la pobreza extrema, un acierto del actual gobierno del Estado. 

Desistirse de estas iniciativas se hizo en aras de convencer a las diversas bancadas del Congreso del Estado para aprobar el Presupuesto 2025. 

Con todo, el PRIAN no cede, y, por ende, quien sufre por la falta de Presupuesto 2025 es el pueblo de Nuevo León. No es ninguna victoria para nadie. Es de mentes perversas expresar eso. 

Sin embargo, la aprobación del Presupuesto seguirá entrampada, porque no se consiguen los 22 votos necesarios. Hay un empate entre los 21 votos del bloque PAN, PRI y PRD, y los 21 de Movimiento Ciudadano, Morena, PT y PVEM. 

Lo que sigue es aprobar la deuda para invertir en rubros como la salud y el transporte. Hay condiciones para esto porque el Estado es sujeto de crédito. Los anteriores gobiernos estatales no eran sujetos de crédito porque las instituciones crediticias no les tenían confianza. En cambio, al actual gobierno sí le tienen confianza. Esa es una gran diferencia a favor de la deuda como propulsora de inversión pública que mejore la calidad de los nuevoleoneses. Ahora, por culpa del PRIAN, el Estado permanece en un limbo siniestro y ruin.

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