Límites en la política de Nuevo León y Lorena de la Garza: ¿qué no se vale hacerle a Javier Navarro?
Sin Censura
En toda disputa política hay límites que nunca deben rebasarse. Visibilicemos estos errores dolosos del PRIAN cuando incurra en ellos, con rabietas de por medio. Conozco a Javier Navarro desde hace más de 30 años. Es un abogado corporativo honesto y altamente calificado, de los mejores que tenemos en Nuevo León.
¿Se vale no dejarlo hablar? ¿Se vale sabotear el diálogo? ¿Se vale cerrarse y no escuchar razones? ¿Se vale no respetarlo como interlocutor?
Obligar a Javier a rendir protesta de decir verdad durante la Glosa del Tercer Informe, cambiando de tajo el protocolo cuando ya lo hizo al asumir el cargo de secretario general de Gobierno, es azuzar el fuego de la confrontación entre poderes. ¿Era necesario llegar a eso, Lorena de la Garza, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado?
Que se le negara reiteradamente la palabra a Javier, que se le impidiera sustentar sus argumentos fundamentados en derecho sobre que la exigencia era inconstitucional, es extralimitar las atribuciones y funciones de un poder soberano sobre otro. ¿Era necesario llegar a esto, Lorena de la Garza, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado?
Que, por aclarar que siempre actúa con verdad, Javier Navarro fuera interrumpido varias veces por la Presidencia del Poder Legislativo local, hasta amagarlo con cancelar la sesión si el funcionario no “respetaba” el orden del día, agudiza la llama de la discordia. ¿Era necesario llegar a esto, Lorena de la Garza, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado?
Que, por no coincidir en dinámicas parlamentarias, sujetas a la sana discusión democrática, se desconociera la legitimidad de Javier Navarro como interlocutor con las oposiciones, bajo la advertencia de que abandonarían el diálogo con el Ejecutivo estatal, es incentivar el clima de tensión entre poderes que tanto daño ha provocado a Nuevo León y que parecía encontrar, por fin, una salida de respeto. ¿Era necesario llegar a esto, Lorena de la Garza, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado?
Dijo Javier Navarro al final de la polémica con la bancada del PRIAN: “Debemos anteponer el bien superior a cualquier malentendido, rencilla o incluso ofensa para recobrar el orden, la cordura y la sensatez en nuestro compromiso ante el gran pueblo de Nuevo León”. Me quedo con esa frase. ¿Tú también?