Informe de Samuel García: ¿por qué es un logro la detección temprana del cáncer de mama?
Sin Censura
El gobierno de Samuel García está cumpliendo una proeza en la detección temprana del cáncer de mama. Hay que decirlo, aunque se retuerzan algunos políticos de la vieja guardia.
¿Cuál es esta proeza? Que, gracias al programa social de mastografía para los grupos más vulnerables, se ha conseguido aumentar casi un 40% la tasa de diagnósticos tempranos de esta enfermedad.
Lo ha logrado Samuel García con la Secretaría de Salud, cuya titular es la doctora pediatra Alma Rosa Marroquín, a través de unidades móviles de mastografía, entre otros medios de vanguardia, para llevar a las colonias populares ese servicio vital y evitar que las vecinas tengan como única opción trasladarse a un centro de salud.
Solo de enero a septiembre de este año se tomaron casi 12,000 mastografías operadas por el gobierno del estado. Es lo que la ONU llama tamizaje: la aplicación sistemática de mastografías en una población aparentemente asintomática.
Dicho programa social exitoso, donde también participan organizaciones civiles, no lo tiene ninguna otra entidad federativa.
Y lo mejor es que las pacientes recibirán atención para cánceres en estado no avanzado o libres de metástasis, porque su padecimiento fue detectado de manera temprana y oportuna, ahorrando sufrimientos y tratamientos onerosos.
En Nuevo León tenemos grandes eminencias en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama, como es el sabio doctor Oscar Vidal, director del Hospital Universitario y la Facultad de Medicina de la UANL, uno de los mejores ginecólogos-oncólogos de América Latina.
Y no olvidemos que nuestro estado fue pionero a nivel global en radiología porque el inventor del escáner de resonancia magnética, el doctor Raymond Damadian (a quien no le dieron el Nobel de Medicina, aunque se lo merecía más que nadie), se puso al servicio de Nuevo León gracias a su estrecha amistad con el entonces rector de la UANL, el siempre recordado Luis Eugenio Todd.
Pero, como en Nuevo León el escándalo polarizante y la frivolidad política tienen secuestrado el ciberespacio y los medios informativos, los notables avances en ciencia médica y en el ramo de salud pública, orgullo de Nuevo León, quedan sepultados bajo la inmundicia verbal de la “élite extractiva” (como bautizó el Nobel de Economía 2024, Daron Acemoglu, al clan corrupto).
Además, este tipo de programas sociales exitosos no son tan evidentemente lucidores como construir un edificio gigantesco o una gran presa, pero son tan valiosos y escalan los beneficios para la sociedad nuevoleonesa igual o más que las apantallantes megaobras. Por eso, el economista francés del siglo XIX Frédéric Bastiat decía que, si una gestión pública es buena, hay que hablar de ella, tanto “de lo que se ve como de lo que no se ve”.
Así que, en vez de que algunos políticos morenos armen eventos masivos para soltar discursos ostentando prematuramente que ganarán las elecciones para la gubernatura (falta mucho todavía para esa fecha), o en vez de que los alcaldes hagan bloques raros y se tomen la foto en La Milarca (en donde, por cierto, no aparece ninguna mujer) para exigir dinero y más dinero, sería mejor que se coordinaran para hacer brigadas de detección temprana de cáncer de mama o cualquier otra política pública, que es para lo que se les paga con nuestros impuestos. Lo otro, háganlo callados y sin alardes.