Adalberto_Madero_1x1_0da7ae6857
Opinión

Dedazo y divisionismo, 1969. Segunda parte

Pensando en La gente

El 1 de noviembre de 1969, iniciaron las campañas para las alcaldías de Nuevo León. Mientras el PRI presentó candidatos en los 51 municipios, el PAN únicamente compitió en 12. Se pronosticaba una contienda en la que la oposición podría hacerle frente a los priistas; veámoslo a continuación. 

En el día señalado, Torres Díaz reunió a cientos de personas en el cine Edén de la colonia Independencia, ante quienes señaló: “Surgí del pueblo y a él serviré.” Al mismo tiempo, su esposa, la señora Evelia Saldívar de Torres, repartió obsequios en las escuelas del sector; ante las madres de familia, se comprometió a que su marido mejoraría las condiciones físicas de las aulas y las dotaría de servicios de drenaje y agua potable. 

Más tarde, en la plaza del Topo Chico, ambos convivieron con vecinos de esa congregación y de las colonias Nogales, 9 de Agosto y Topo Chico Nueva, donde los vecinos entregaron algunas peticiones, tales como pavimentación, drenaje y agua potable. El 8 de septiembre, ante más de cinco mil personas en la explanada del Fraccionamiento Buenos Aires, aseguró que el PRI había superado la etapa de las campañas costosas, discursos incendiarios y demagógicos, para pasar a las campañas honestas y de frente a la ciudadanía. El día 11, visitó las colonias Niño Artillero, Del Prado e Hidalgo; por la tarde, se reunió con vecinos de la colonia Victoria, ante quienes se comprometió a utilizar “hasta el último centavo del presupuesto municipal para obras de la comunidad”.

Días después, fue aclamado por dos mil personas en el cine Tropical de la colonia Moderna; les prometió impulsar un gobierno “de puertas abiertas” y administrar la ciudad para que las personas más humildes elevaran su nivel de vida. El 20 de noviembre logró reunir el mismo número de simpatizantes, asegurándoles “cambiar la cara urbana de la ciudad, realizaría más obras en beneficio de la comunidad y manejar con honradez el dinero del pueblo”. El día 25, junto con su esposa, estuvo en el Mineral de San Pedro y San Pablo, visita considerada histórica, ya que ningún candidato había visitado este lugar; ante los vecinos, se comprometió a construirles aulas para los niños de primaria. Esta sería su primera obra de gobierno, aseguró. 

Su cierre de campaña se llevó a cabo la noche del 3 de diciembre en la Arena Coliseo, donde, además del candidato y su planilla, se contó con la presencia de varios artistas como la cantante Lucha Moreno y su esposo José Juan, los Hermanos Rodríguez, el Mariachi “Los Reyes de Guadalajara” y el Grupo “Los Codos”. Se registraron más de seis mil personas, ante quienes Torres Díaz afirmó que la Revolución Mexicana todavía no concluía, “porque no ha realizado aún todos sus objetivos y porque no ha cumplido a satisfacción todas sus promesas y no ha terminado, mientras existan casos de injusticia, miseria o desamparo.” 

El PAN, por su parte, tuvo poca presencia en los rotativos locales. Solamente publicaron las propuestas de José S. Aldape, a principios del mes de noviembre, destacando la reorganización de la Hacienda municipal, implantando un moderno sistema de control sin aumento de impuestos y publicando las cuentas para conocimiento del ciudadano. Para resolver la vialidad, ejecutaría un programa integral de reparación y pavimentación de las calles, y a la par crearía una nueva distribución de las rutas de pasajeros para tener una ciudad moderna y ágil. 

También, reorganizaría los departamentos de tránsito, seguridad pública y limpia; implantaría nuevas delegaciones de policía para cubrir los barrios inseguros. Construiría escuelas en las zonas de mayor concentración demográfica, crearía escuelas industriales y técnicas para preparar a los jóvenes; además, solicitaría al Congreso estatal la remoción de la empresa de Agua y Drenaje de manos del gobierno estatal a favor del gobierno municipal para el mejor uso de la distribución del vital líquido, entre otras propuestas. 

Al cierre de la campaña, Aldape ofreció una rueda de prensa donde invitó a los ciudadanos para que lo favorecieran con su voto. Informó que su campaña “estuvo apegada codo a codo a las necesidades de la ciudadanía, con 58 mítines en colonias populares y cruceros.

Siempre al aire libre, “repudiando los lugares cerrados, predilectos de los acarreadores, difundiendo su programa de gobierno municipal”. El 20 de noviembre visitó la colonia Independencia, donde, en compañía de Abelardo Salas Guerra, excandidato a la alcaldía regia y a la gubernatura, destacaron la importancia de la autonomía municipal. El día 29, por la noche, en la plaza Zaragoza, se realizó el mitin de su cierre de campaña, donde estuvieron todos los integrantes del comité regional y de la planilla municipal.  

El 7 de diciembre, se llevaron a cabo las elecciones municipales. Monterrey contaba con una lista nominal de 345 mil votantes, esperándose una votación de más del 50 por ciento del padrón. Ante un clima frío y lluvioso que no dejó subir la temperatura más allá de los 12 grados centígrados, las casillas estuvieron abiertas desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde. Se preveía una elección cerrada tanto en San Pedro Garza García, Abasolo, Sabinas Hidalgo, Santa Catarina, San Nicolás de los Garza, Linares y Villa de Santiago, donde en los primeros dos municipios el PRI era oposición, ya que gobernaban alcaldes de extracción panista. Según los analistas, la elección en Monterrey se consideraba tranquila y sin mayores complicaciones para el candidato del PRI.

Para el anochecer de aquel frío domingo, en el medio político local se avizoraba una clara y contundente victoria del candidato del PRI. El Ing. José S. Aldape declaraba su frustración por la fría respuesta del electorado regiomontano y su terrible apatía por hacer suyos los derechos cívicos del sufragio universal. Aseguraba que la lucha electoral se había hecho “pero que simplemente el pueblo en esta ocasión no le respaldó en las urnas”. En contraste, el comité estatal del PRI festejaba el triunfo en 50 de los 51 municipios del estado, dejando en manos del PAN el ayuntamiento de Abasolo.

La mañana del 11 de diciembre de 1969, en el Teatro Municipal José Calderón, se reunió la comisión electoral de Monterrey; tras el recuento de los votos, dio como ganador al priista Gerardo Torres Díaz con 118 mil 554 sufragios, por 11 mil 970 del panista José S. Aldape Guajardo.

El 31 de diciembre de 1969, en la sala del Cabildo Municipal, se efectuó la renovación de autoridades municipales, donde César Lazo entregó la presidencia a Gerardo Torres Díaz para el bienio 1970-1971. 

En conclusión, la maquinaria del PRI volvió a demostrar fuerza y unidad —a pesar de sus conflictos internos—; mientras que la oposición no daba señales de madurez, seguía enquistada en la crítica sin fortalecer su militancia y presencia estatal.   

más del autor

AyD: arrendamiento y deuda

El estrés hídrico que ha padecido el área metropolitana de Monterrey en...

Otro carro completo, 1971. Primera parte

Las elecciones municipales del 5 de diciembre de 1971 resultaron un mero...

Dedazo y divisionismo, 1969. Primera parte

En las elecciones municipales del 7 de diciembre de 1969, únicamente...

Convenciones y sombrerazos, 1966. Segunda Parte

La campaña de César Lazo Hinojosa inició con mucha fuerza, con el respaldo...

últimas opiniones

Recuerdos sobre el andén

Dicen que la revolución se hizo también sobre las ruedas de...

AyD: arrendamiento y deuda

El estrés hídrico que ha padecido el área metropolitana de Monterrey en...

¿Tomarán la mano que tiende Samuel?

Ya si la Oposición no se quiere sentar con Samuel a construir por Nuevo...

'Vamo a calmarno… vale la pena'

¿No has sentido que el mundo está muy loco o que va más rápido...

×