Además de celebrar las reformas constitucionales aprobadas la semana pasada en la Cámara de Diputados para la protección y bienestar de los animales, y hablando de prevención, me permito hacer una reflexión que va más allá del simple derecho de estos seres sintientes, y que tiene que ver con nuestro entorno como personas.
Si entendemos que el acto despiadado de violentar a un animal puede ser el principio de una conducta agresiva en una persona que, en un momento, sería capaz, potencialmente, de llegar a cometer homicidio, defender a estos seres vivos es una medida de verdadera prevención, con implicaciones comunitarias directas.
La reconstrucción del tejido social comienza con la restauración de la vida en los hogares, el regreso a los valores universales y el dejar de vernos como células independientes en la comunidad. Por lo tanto, legislar sobre las conductas violentas contra los animales tiene un impacto mayor de lo que se observa a simple vista.
Como presidenta municipal en 2020, me tocó sentar un precedente al llevar por primera vez ante un juez cívico a dueños de animales maltratados, así como crear la primera clínica veterinaria del municipio, única en su tipo, en el 2018. Además, realizamos otras acciones de concientización sobre el trato digno a estos seres vivos. También he sido promotora de que, en las órdenes de restricción por violencia de género, se incluya a los animales.
Por ello, aplaudo la reforma aprobada, que, gracias a un gobierno sensible y a una mayoría legislativa receptiva, lo que muchos deseábamos y por lo que hemos luchado durante años, se convierte en una realidad.
Esta reforma, enviada en el paquete legislativo que turnó al Congreso el expresidente Andrés Manuel López Obrador y que ha sido apoyada por nuestra presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien hace apenas algunas semanas se declaró como “protectora de los animales”, demuestra con hechos la sensibilidad con la que gobierna y actúa nuestro movimiento transformador.
Desde el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, nos tocó, el año pasado, implementar a nivel nacional la Dirección de Protección Animal en el gobierno de la República, con un decálogo que tomamos del municipio y que llevamos a todo el país para apoyar la erradicación del daño y promover la convivencia armónica entre los seres humanos y las distintas especies con las que compartimos el planeta. Estoy segura de que, con esta reforma, tendrá muchas más repercusiones.
Sigamos trabajando en cada nicho para construir una mejor sociedad y un mejor país.