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Opinión

Michiarte

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Los gatos además de mascotas, también han sido inspiración para algunos creadores en sus obras. 

Los gatos son animales que algunos aman y otros no tanto; a veces ariscos, a veces cariñosos, estos han acompañado al hombre desde tiempos remotos y también han servido de inspiración para algunos artistas.

Si nos vamos muy lejos, en distancia y en el tiempo, en el antiguo Egipto, los felinos eran seres superiores, con privilegios y dados a ser adorados.

Si vamos a un museo en donde se encuentren piezas arqueológicas, no debemos sorprendernos si vemos a los mininos representados en diferentes manifestaciones, desde pinturas hasta esculturas; incluso en el MET de Nueva York, famoso por tener una amplia colección de arte egipcio en sus galerías, uno de los souvenirs más vendidos es un gato negro egipcio, que puedes llevarte a casa en playera, llavero, mini escultura, pluma, etcétera.

Los michis también son protagonistas de otras obras de arte.  Leonardo da Vinci incluyó gatos en dos de sus dibujos: Madona con niño y gato y Gatos y Dragones. Se dice que el italiano realmente era una ‘cat person’, por lo que tal vez tenía algún gatito en su estudio.

El famoso cuadro El Jardín de las Delicias, de El Bosco, también tiene un gato cazando entre las imágenes que incluye; Goya, además de sus majas, también dedicó un lienzo a estos animales domésticos, aunque aquí no los puso tan amistosos porque es una Riña de gatos.

Uno de los gatos más famosos del arte, y que también se convirtió en un souvenir obligado en París para los fans gatunos es Le chat noir (El gato negro). Su historia comenzó 1896 en un cabaret de Montmartre que se llamaba así, un día para anunciarlo el dibujante Théophile Alexandre Steinlen lo pintó y desde entonces cobró fama.

Uno de los artistas que siempre mostró su amor por los michis fue Salvador Dalí. Su mascota más querida fue un gatito algo más salvaje: Un ocelote que llamó Bebé. Su pasión por los felinos lo llevó a plasmarlos en varias de sus obras, siendo la más famosa Dalí Atomicus es una fotografía surrealista en donde aparece el pintor junto a tres gatos y un cubo de agua volcado sobre la escena.

Esta toma de 1948 fue hecha por el fotógrafo Philippe Halsman, quien contó que para conseguir la pieza final se realizaron 28 intentos (en ese entonces no existía el photoshop).

Fernando Botero también nos dejó una buena cantidad de piezas en donde se pueden ver gatos (gordos, por supuesto), pero no cabe duda que la más famosa es El gato, una escultura de siete metros de largo ubicada en la Rambla del Raval en Barcelona. Sin embargo muchos de sus cuadros también tienen mininos, como protagonistas o como figuras de compañía para los humanos.

Ernest Hemingway, Karl Lagerfeld, Freddie Mercury y Carlos Monsiváis, también fueron cat lovers; Taylor Swift, Katy Perry, Ed Sheeran y quien escribe este texto también lo somos. ¿Y tú, tienes algún michi en casa? 

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