La tradición de enviar cartas y postales con felicitaciones es algo que valdría la pena retomar.
Probablemente algunos nunca han recibido algo que no sea un recibo de cobro a través del correo tradicional, sin embargo, este medio de comunicación que ahora se ve tan arcaico, solía traer algo más que cuentas a las casas: Cartas y postales.
Yo sí recuerdo que a mi casa en fechas cercanas a Navidad el cartero dejaba postales: Algunas de mis tías, otras de amigos que viven en otras ciudades. Y nosotros también solíamos hacer envíos.
Incluso cuando conocidos viajaban a otros lugares, mi mamá les pedía que donde anduvieran, buscaran alguna postal y la enviaran a la casa. Creo que la última vez que yo envíe una postal fue hace 10 años, desde el Vaticano a la casa… llegó como tres meses después, pero llegó.
La tecnología sabemos que nos ha dejado muchas cosas buenas, nos ha traído avances que hacen la vida más fácil, pero también se ha llevado tradiciones como la del uso del correo tradicional. Así como yo me acuerdo que llegaban cartas a mi casa, también recuerdo cómo, poco a poco, esas cartas y postales se fueron convirtiendo en emails y postales electrónicas.
Algo curioso es que, aunque ya casi no se envían postales, éstas se siguen vendiendo (y mucho). Cuando viajas, el souvenir que nunca falta en la tienda, son postales; en esta temporada decembrina, muchas veces encuentras en las tiendas paquetes de postales con todo y sobre… que al final sirven como tarjeta para el regalo, porque casi nadie las envía.
Creo que sí deberíamos darnos el tiempo de volver a usar el correo tradicional para mandar este tipo de detalles, aunque tal vez este año ya no es buena idea porque probablemente no llegue la felicitación a tiempo.
Las postales electrónicas también tuvieron su auge, había varias páginas web que se hicieron populares porque sus diseños eran novedosos y había para toda ocasión, hasta divorcio y funerales. Y, aunque éstas también poco a poco dejaron de enviarse, parecen que pueden volver de forma novedosa.
El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) presentó en octubre un sistema de postcards hechas con tokens no fungibles (NFT), esa tecnología que tuvo un furor en 2021, y que muchos nunca entendimos pero que, para algunos coleccionistas de arte fue la oportunidad de adquirir piezas únicas… que sólo ellos pueden ver.
En fin, “MoMA Postcard” se creó luego de que el museo tuvo con éxito un programa de souvenirs sin costo durante la exposición “Unsupervised” de Refik Anadol; en ésta, los visitantes podían llevar un token como recuerdo.
Ahora la idea que se haga una experiencia comunitaria. Por ejemplo, yo adquiero un token y creo una pequeña obra de 10x10 píxeles para luego invitar a otras 14 personas a que hagan lo mismo. Al final tendremos una postal que hicimos en conjunto y que sólo podremos compartir entre quienes participamos en su elaboración.
La verdad, sigo sin entender mucho cómo funcionan los NFTs pero la idea suena novedosa y habría que explorarla. Ahora, si no les llama la atención el arte tecnológico, busquen tarjetas hechas por artesanos o por asociaciones civiles, también es arte y vale la pena compartirlo.