Es muy doloroso abrir un portal de noticias o un periódico y encontrarnos con hechos de la vida real que parecen sacados de una novela de ficción de terror o suspenso.
Desde campos de exterminio, abusos contra menores por parte de otros menores, hasta series de televisión que hablan sobre adolescentes en problemas graves o una pareja de jóvenes que dejan a un bebé con vida abandonado en una bolsa de plástico. Me da pena empezar esta columna así, pero todo esto que te platico es de la vida real y ha pasado en las últimas semanas. Han sido las noticias que traemos en la mente y el corazón. Está de no creerse.
Hay algo que está faltando en los jóvenes: existe un vacío que no se está llenando fácilmente y los lleva a tomar decisiones que atentan contra la vida y la dignidad de otro ser humano. Varios psicólogos y autores han hablado del tema de la “deshumanización”:
"La deshumanización desvincula la conducta destructiva de los sentimientos de culpa y compasión, permitiendo que las personas inflijan sufrimiento a otros sin experimentar angustia moral" – Albert Bandura.
Albert Bandura es un famoso psicólogo estadounidense-canadiense, profesor de la universidad de Stanford y creador del aprendizaje social. Una de sus famosas teorías es la de la Desconexión moral: Cómo las personas hacen daño y viven consigo mismas (2016).
Las personas justifican acciones que pueden ser moralmente cuestionables para evitar sentirse culpables de la siguiente forma:
El locus de conducta se refiere a cómo reinterpretamos nuestras propias acciones para hacerlas parecer menos graves.
El locus de acción tiene que ver con la responsabilidad. En lugar de asumir completamente las consecuencias de lo que hicimos, encontramos formas de minimizar nuestro papel en el acto cometido.
El locus de resultado se enfoca en las consecuencias. Aquí, lo que hacemos es restarle importancia al daño que causamos o incluso ignorarlo por completo para no sentirnos mal al respecto.
Por último, el locus del receptor de las acciones pone la culpa en la víctima. En lugar de reconocer que hicimos algo malo, justificamos nuestros actos diciendo que la otra persona "se lo buscó" o que "no es tan importante".
Para estos mecanismos, Bandura enlista diferentes mecanismos de defensa que usamos para aminorar la culpa, y uno de ellos es la deshumanización, un mecanismo defensivo ante la culpabilidad de las propias acciones hacia otras personas, siendo estas acciones graves. Los niveles de empatía son bajos, facilitando la reducción o incluso eliminando la sensación de malestar asociada a los daños causados.
Muchos actos de guerra y crímenes se justifican por este medio.
¿Y entonces cómo podemos prevenir que nuestros hijos o nosotros mismos caigamos en esta espiral de deshumanización? Justo lo contrario. Podemos empezar con algo tan sencillo como escuchar activamente a los demás, sin juzgar ni interrumpir, tratando de comprender realmente sus emociones.
Estas acciones, aunque parezcan pequeñas, fortalecen nuestro sentido de conexión y refuerzan la idea de que todos merecemos ser tratados con dignidad y respeto. Como bien dice Daniel Goleman, el creador del concepto de inteligencia emocional: "La empatía siempre entraña un acto de autoconciencia", por lo que, para poder ponernos en el lugar del otro, primero debemos desarrollar nuestra propia inteligencia emocional, un proceso de autoconocimiento para poder entonces darnos a los demás.
La deshumanización se combate con autoconciencia, empatía y bondad en acción. No basta con entender la importancia de la empatía, debemos llevarla a la práctica en nuestras relaciones, en nuestro trabajo y en nuestra familia. Para ello, es fundamental conocer y trabajar los pilares de la inteligencia emocional: autoconocimiento, autorregulación, automotivación, empatía y habilidades sociales. Hoy, más que nunca, necesitamos hacer una campaña de empatía a todas las edades y a donde vayamos. Vamos a construir juntos una sociedad más empática, justa y con más amor por los demás. Empieza hoy con pequeños actos que le hagan sentir bien a alguien más. ¿A poco no queremos todos ser tratados con empatía y amabilidad?
Gracias por leerme. ¡Nos vemos la próxima semana!
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Dra. Marysol Flores Martínez Conferencista | Autora | Consultora Doctora en Liderazgo y Desarrollo Humano Maestría en Psicología Neuroeducativa Catedrática del Tec de Monterrey Podcast en YouTube: FamiliaViva Fundadora de @familiaviva.mx