Me preguntan, supongo por intriga, que si estoy en el “cuarto de guerra”, o en el “dark room” de Eugenio Javier Hernández Flores. La respuesta como siempre aquí: NO.
Y no es que no ocupen, solo que seguro los colegas están haciendo un trabajo, que es como estar de vacaciones. Trabajar para un “rockstar” es mucho más simple, que lidiar con un cara dura.
¿Qué le quitas o qué le pones, bajo la premisa norteña de que con agua, semilla y tractor, cualquier colega es buen agricultor, cuando lo que sobra –además– es carisma? ¿Arremangarse la camisa?
Pero, seré curioso, habría dicho Mario Benedetti. Observando a la distancia, debo comentar que todos traemos una agenda personal. En mi caso, desde que yo recuerdo, siempre he sostenido que la vida es primera persona.
En este contexto es que vemos un sutil jaloneo al interior del Plan C, con dos visiones, que es bueno, pero si nos ponemos en plan “mood electoral”, ya vemos, que la guerra por los votos, incluso al interior de la 4T, es que quien tenga más saliva tragará más sufragios.
En siete días vimos agresiva a Cendy Robles en Azteca, versus la marca colectiva que le cobija; a Morena pintando su raya, exigiendo respeto y no agandalle al verde y al mismísimo verde haciendo la “malosa señal”. ¿A quién o a quiénes?
A ver ,Manuel Muñoz, a ver Eugenio, a ver Maki, algunos sí leemos, si estudiamos una carrera universitaria, y la señal que utilizan nos agrede, nos ofende. Retomo lo que ya le dije al dirigente del Verde Tamaulipas, pero que se lo guardó en la oscuridad.
La V invertida no es la correspondiente a “vini, vidi, vici”. No es una señal rockera, es una señal que para los que sí tenemos un poco de lectura, es barato: “Váyanse al carajo”. Esa V invertida y por la edad de los postores, no abona.
Que alguien les explique para que no exhiban una carencia de preparación académica. La V de la Victoria con la palma al frente es poderoso símbolo de fuerza y empatía.
Hacerlo al revés y hay demasiadas fotos y videos, es algo muy distinto en muchas culturas. Sí, ya sé que no estamos en Europa y que va dirigida a la naquiza, que por cierto la imita, sin tener sentido histórico.
Apuesto que no la van a ajustar, y que el digitus impudicus, se mantendrá. Pero cada vez que veo una foto, me dicen a mí, le dicen al Presidente, le dicen a sus adversarios. ¿Métanselo? Pero bueno, qué le vamos a hacer, en estos tiempos de ocurrencias similares, de las que piensan que una rolita y unos tenis fosfo les van a entregar la Presidencia.
Personalmente, creo que definirá la contienda, la narrativa, la estructura, el orden, el rigor, el trabajo sostenido, la voz, el contacto directo, el carisma y el enseñarlos a votar; pero nunca las ocurrencias, y la semiótica mal utilizada que solamente degenera: se tenía que decir y se dijo.
Por cierto, poco importa, para eso están “los genios” a quienes se les tiran los millones, para que les aplaudan y les sigan la corriente.
Ojo, no significa lo anterior, que vayan a perder, pues finalmente, como sostengo, la incultura acumulada no tiene límites y es de centurias. Total, Dios siempre tiene la razón.
No son Churchill.
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