Opinión

Luis Donaldo Colosio y el Túnel de la Loma Larga

Sección Editorial

  • Por: Eloy Garza
  • 20 Septiembre 2024, 00:30

Como alcalde, Luis Donaldo Colosio debió poner más atención al tramo del Túnel de la Loma Larga que corresponde a Monterrey. Aunque el accidente de ayer provocó el cierre de los tres carriles que van de Monterrey a San Pedro, y ha sido la causa de un caos vial inesperado. El desmoronamiento del concreto en medio del túnel, en el acotamiento de los carriles, en realidad se trató, irónicamente, de una ventaja para el exalcalde. 

¿Por qué lo digo? Simple. Más allá de que afortunadamente no hubo personas lesionadas ni vehículos dañados, el accidente fue una llamada de atención al exalcalde y actual senador.  

Una llamada de atención no solo para él, sino también para Miguel Treviño, que pudo ser sumamente grave, con consecuencias que lamentar; sin embargo, quedó en advertencia de que la remodelación que hizo Colosio en ese tramo requería algo más que una mejora “cosmética”. 

Más allá de las decoraciones de mal gusto, del cambio de tuberías y de la mano de pintura con la adición de figuras extrañas, se dejó sin mantenimiento adecuado la bóveda, que, con la humedad de las recientes lluvias, ocasionó que se reblandecieran y se despegaran fragmentos de concreto en dos áreas del Túnel (una abarcando más de 8 metros cuadrados y otra de 3 metros cuadrados). Así se afectaron tuberías del cableado eléctrico y se dañaron dos lámparas. 

Pero los daños pudieron haber sido mucho peores. ¿Qué hubiera pasado en ese caso? ¿Quiénes realizaron los trabajos de remodelación no vieron las evidentes grietas en el techo del Túnel? ¿No se percataron de qué se filtraba el agua desde hacía años? 

El error no está sólo en la limitada remodelación “cosmética” que hizo Colosio, sino en la falta de prevención y mantenimiento de la bóveda. Si a eso le añadimos la parte que le corresponde al alcalde de San Pedro, Miguel Treviño, un accidente de dimensiones catastróficas estaba más que anunciado. 

Ya El Horizonte, con atinada visión periodística, había denunciado las graves fallas estructurales del Túnel de la Loma Larga (léase la nota del pasado 3 de julio y especialmente la del 28 de agosto, titulada “Desatiende Miguel baches en el Túnel de la Loma Larga” donde este medio,
a diferencia de otros que ocultaron tamaña anomalía, señalaba con todas sus letras que la “humedad en el concreto del techo del viaducto, podría indicar daños estructurales mayores”). 

Sin embargo, no hay peor ciego que el que no quiere leer ni peor sordo que el que no quiere escuchar. 

Partiendo de esa premisa, me dediqué ayer a rastrear algún exhorto o llamado a la acción que se presentara en el Cabildo de Monterrey para levantar un estudio de impacto ambiental y estructural del Túnel de la Loma Larga. Lo encontré solamente en una sesión de Cabildo del año 2019, cuando era alcalde Adrián de la Garza. El entonces regidor José Alfredo Pérez Bernal solicitó un estudio de manera urgente, para prevenir posibles afectaciones en la estructura del Túnel por falta de mantenimiento.  

Sin embargo, no obstante la insistencia del regidor (que ningún otro miembro del Cabildo secundó) y aún cuando se asentó en actas que se turnaría la solicitud a la dirección técnica para que “a la brevedad” se le diera seguimiento por parte de la administración de De la Garza, no se emprendió ninguna medida preventiva y menos correctiva, pese a que desde entonces las grietas del Túnel ya eran notorias. 

A Colosio, que le gusta pronunciar frases de mucho “punch” en sus discursos, le convendría memorizar una frase elemental pero sabia: más vale prevenir que lamentar.

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