¿No has sentido que el mundo está muy loco o que va más rápido últimamente?
Los últimos días me ha tocado un tráfico irreal en las calles. Hasta me chocaron, pero no teníamos tiempo de hablarle al seguro y seguimos nuestro camino. Está de risa mi historia. Afortunadamente, no le pasó nada a ningún coche, fue algo muy leve.
Hay tantos eventos por todos lados que no nos da la vida para ir a todo o cumplir con todo. Apenas estaba poniendo las calabazas y comprando pan de muerto, ¡y en la misma panadería ya tenían la rosca de reyes! De verdad me sorprendió. Los pinitos y adornos de Navidad llevan meses en las tiendas y se juntaron con los de Halloween. Yo creo que ya mañana ponen la mercancía del 14 de febrero.
Te pido, te ruego, que hagamos una campaña para no subirnos al tren de la prisa, del consumismo y del “córrele que te alcanzo”. Es chistoso que nos comuniquemos con memes y ¡hasta nos hacen más feliz la vida! Hay un meme donde aparece un personaje de las caricaturas de Pokémon que se llama Squirtle, que se hizo famoso desde 2016 con la frase “Vamo a calmarno”, que nos invita a bajar el drama, no engancharse y mantener la calma ante cualquier situación.
"Aquel que tiene prisa, llega tarde". Es una frase de Confucio, filósofo y político chino que vivió entre el 551 y el 479 a.C. Nos recuerda que la prisa nos lleva a actuar sin la calma necesaria para tomar buenas decisiones, y con prisa podemos cometer errores que luego nos retrasan aún más.
Hablar de lentitud en tiempos modernos pareciera que es un chiste o una locura, pero hay varios autores, psicólogos y filósofos que hablan de los beneficios de vivir con menos prisa y más calma. Uno de mis favoritos es Carl Honoré, autor de Elogio de la lentitud (2004).
Este periodista canadiense profundiza en el "Slow Movement" o movimiento de la lentitud, proponiendo un estilo de vida más pausado y consciente como alternativa a la velocidad y el estrés de la vida moderna. Tiene varios libros; uno de mis favoritos es Bajo presión, que hace reflexionar a los padres para no vivir a prisa y darle la importancia a nuestra presencia y a los momentos en familia. Esos que no vuelven.
Existen varios estudios que muestran cómo la lentitud y el desacelerar intencionalmente pueden tener efectos positivos en el cerebro y en el bienestar general. Aquí te comparto algunos hallazgos clave: el primero es mindfulness y reducción del estrés, numerosos estudios han demostrado que la práctica de mindfulness, que se centra en hacer las cosas despacio y con atención plena, reduce el estrés y la ansiedad.
Por ejemplo, investigaciones de la Universidad de Massachusetts encontraron que la práctica regular de mindfulness disminuye los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y promueve la relajación al activar el sistema nervioso parasimpático, mejorando la salud mental y física.
El segundo hallazgo es la mejora de la concentración y la memoria, estudios en neurociencia cognitiva han mostrado que la multitarea y la prisa afectan negativamente la memoria y la atención. Al realizar una tarea a la vez y sin apresurarse, el cerebro tiene más recursos para procesar y retener información. Un estudio de la Universidad de Stanford, por ejemplo, encontró que las personas que realizan actividades sin multitarea mejoran su capacidad para concentrarse y recordar detalles.
Otras ventajas de bajar la prisa es que la creatividad florece en tiempos de inactividad, se reduce la fatiga y el agotamiento, y se experimenta una mayor satisfacción y felicidad.
Hoy hablamos de autores, filósofos y hasta personajes de un meme que nos invitan a vivir más tranquilos. Imagínate llegar al día de Navidad en calma, sin correr, con el único propósito de estar con los que más quieres, con toda la intención de crear recuerdos. ¿Qué tenemos que hacer hoy para lograr llegar así a la Navidad? Te dejo esta pregunta para reflexionar durante la semana.
Te espero por aquí el próximo miércoles. Gracias por leerme. Te mando un abrazo y te deseo una semana sin prisa y con calma.
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