Se encuentran otras películas prácticamente coetáneas a Blade Runner, que también reflejan este mundo ciberpunk, como por ejemplo, Cielo líquido (1982), pues tiene un argumento de ciencia ficción urbanita con protagonistas bastante marginales, también merece mención la película Max Headroom: 20 Minutes into the Future (1985), ya que en una época como los años 80, un argumento como el de esta película era muy llamativo; en ella, una inteligencia artificial tenía el papel protagonista, se convertiría, además, en una serie televisiva.
Por otro lado, también encontramos la película Días extraños (1995) tratando un apocalipsis de realidad virtual en 1999, aunque fue un filme con muy poca acogida, lo mismo que ocurrió con la ya comentada película Johnny Mnemonic.
La película Demolition Man (1993) describe una sociedad futurista donde la delincuencia ha sido prácticamente erradicada y sus habitantes viven conforme a su programación de nacimiento con base a características predeterminadas (inspirado en la novela Un mundo feliz, de Aldous Huxley), de hecho el nombre de la protagonista, Lenina Huxley, es un guiño al personaje principal de dicha obra y el apellido del autor.
Los valores de la sociedad del futuro han sufrido un proceso de infantilización, ya que sus habitantes prácticamente carecen de maldad a priori, así como de libre albedrío.
Un dato curioso de esta cinta se debe a que en el lapso de historia acontecido entre los años 1996 y 2032 se habla que Estados Unidos experimentó un período de anarquía y violencia extrema que duró hasta la segunda década del Siglo XXI, donde tal escenario casi destruyó a la humanidad.
Por lo tanto, el entorno es de una sociedad refundada con base a su proyecto de edén terrenal que se convertiría en la ciudad de San Ángeles.
La serie RoboCop se ajusta más al futuro cercano donde hay por lo menos una corporación, Omni Productos de Consumo, que es una empresa todopoderosa en la ciudad de Detroit. Hasta el fin del mundo (1991) muestra otro ejemplo donde el ciberpunk es el tema de fondo, y una estrategia de argumento, para verla de otro modo y dirigir el personaje de la historia. Gattaca (1997), dirigida por Andrew Niccol, es un filme negro futurista cuyo empapado modo distópico provee un buen ejemplo del biopunk.
La serie Matrix, que inició en 1999 con The Matrix (conformada también por The Matrix Reloaded, The Matrix Revolutions, The Matrix Resurrections y The Animatrix) usan una amplia variedad de elementos ciberpunk. La película Yo, robot (2004), contiene elementos de varios de los trabajos del autor Isaac Asimov, entre ellas, las tres leyes de la robótica y algunas ideas extraídas de los relatos provienen de El robot perdido.
La compañía ficticia U.S. Robots and Mechanical Men (USR) es citada en las novelas y relatos cortos del mismo autor y el argumento se ubica en una distópica ciudad de Chicago en el año 2035, donde los robots humanoides forman parte de la vida cotidiana en la Tierra y son la fuerza laboral de la raza humana.
Una película titulada 2033: La ilusión de un futuro mejor, fue la primera cinta de ciencia ficción mexicana de temática ciberpunk, producida por la productora La Casa del Cine. La película contiene algunas referencias a personajes de orientación socialista en el pasado de México:
primero, la pintura en el comedor del general Benavides es un trabajo del muralista David Alfaro
Siqueiros, un bien conocido miembro del Partido Popular Socialista (PPS); el nombre del gobernante tirano, Pec, forma las iniciales de Plutarco Elías Calles, un presidente que, de hecho, trató de prohibir los cultos y con ello causó la Guerra Cristera.
El nombre del personaje Goros hace referencia a Enrique Gorostieta Velarde, líder y estratega militar que logró unificar a las distintas facciones cristeras. Finalmente, el nombre del líder de la rebelión, Padre Miguel, es una referencia a Miguel Agustín Pro, un sacerdote rebelde que fue fusilado durante la Guerra Cristera y décadas después canonizado por Juan Pablo II.
Es decir, las figuras antagónicas están relacionadas con el gobierno y el pensar socialista, y las figuras protagónicas lo están con la religión, particularmente con la simbología cristiana. La prisión criogénica (que apareció en la película Demolition Man), donde Goros se encuentra encerrado, es mostrada brevemente en la película.
El estilo ciberpunk y el diseño futurista han encontrado una gran acogida (y vasta exposición) en el anime, incluyendo Akira (primer referente anime del género) es un manga en el que también se basa la película homónima de animación japonesa.
Ambas obras tuvieron un reconocimiento instantáneo como clásicos dentro de sus respectivos géneros. El manga, de más de 2,000 páginas, fue escrito y dibujado por Katsuhiro Otomo entre los años 1982 y 1993 obteniendo un éxito significativo en Japón y en el resto del mundo.
Premiada con el Premio Kōdansha al mejor manga en 1984 en la categoría general. El largometraje homónimo se separa de la línea argumental del manga por causas claras: la película fue estrenada cinco años antes de la conclusión del manga. Akira se ambienta en la ciudad futurista de Neo-Tokio, representada con profundo detalle en la película de animación (se invirtieron cerca de $7 millones de dólares sólo en los decorados).
Otros animes en abordar esta temática son: Ghost in the Shell, este anime es uno de los que más importancia presenta dentro de este subgénero, presentando conexiones con el cine negro y reflexiones existencialistas sobre un mundo donde distinguir máquina de humano es cada vez más difícil.