No puede negarse que los de KPMG aventaron un dato sumamente interesante esta semana: los capitanes de las empresas de Nuevo León no han perdido el optimismo.
El dato es este: el 73% de las empresas instaladas en el estado de Nuevo León, según el estudio de la firma global KPMG, planean realizar inversiones este 2025.
En otras palabras, esta considerable mayoría de negocios regiomontanos tiene optimismo para sus resultados de este año, o al menos considera que realizar inversiones les ayudará a sortear mejor los retos inmediatos.
La cifra nuevoleonesa es considerablemente más alta que la misma cifra registrada a nivel nacional en México, que es del 59%, y que tampoco es mala, como reflejo de un optimismo, cuando menos mayoritario, a nivel nacional.
Algo que seguramente no se imaginarán nuestros vecinos del norte, que podrían pensar que los mexicanos, y en particular las empresas mexicanas, pudieran estar aterradas o, cuando menos, muy poco optimistas ante las amenazas de aranceles y otros señalamientos de Donald Trump, que parecieran apuntar a que va a ser más difícil hacer negocio vendiendo a Estados Unidos.
Bueno, es cierto que muchas empresas en México están tomando medidas de precaución o, cuando menos, realizando planes para escenarios alternos ante los cambios disruptivos del entorno internacional.
Por ejemplo, hemos escuchado de recortes preventivos en CEMEX y de que se están presentando diversos planes “por si sí o por si no” se aplican aranceles en EUA a los productos mexicanos.
Y es entendible que estas megaempresas con alcances internacionales tomen sus precauciones, porque el mercado internacional, sin duda, pasa por un momento de alta incertidumbre.
Pero la vasta mayoría de las firmas locales, que no tienen esas dimensiones, curiosamente ven como esperanzador a este año 2025, lo que refleja una intuitiva tranquilidad y confianza en que nuestro mercado —en Nuevo León, en el norte del país y en todo México— seguirá en crecimiento.
Hay una tácita y, quizá no verbalizada, confianza en México este año a nivel empresarial, o al menos esa es la lectura que emana de estos datos de KPMG.
Debe contribuir positivamente la tranquilidad, y a la vez firmeza, con la que se le escucha hablar a Claudia Sheinbaum, presidenta de México, y a un Marcelo Ebrard, secretario de Economía.
En particular, las respuestas políticamente correctas, además de moderadas y pacientes, más no sometidas ni huidizas, de Sheinbaum ante Trump parecen haber sido claves para crear un clima de serenidad y continuidad en el entorno económico mexicano.
Hay que seguir atentos a las señales.
Por lo pronto, al momento de escribir esto —el 16 de febrero de 2025 —, el peso mexicano acumulaba dos semanas de apreciación frente al dólar, después de un período en que se depreció por los anuncios de aranceles que luego no se activaron.
Ah, y por cierto: interesantísimo cómo ha subido el precio del oro. Acumuló un impresionante 20% en nueve semanas.
En el entorno económico volátil, la confianza se pierde ante el dinero sin respaldo y regresa a los metales preciosos, siempre seguros.
Seguiremos monitoreando…